Dice el PSOE que el PP ha cerrado el cuartel. Dice el PP que el PSOE no ha hecho nada para mantenerlo abierto. Dicen los familiares de los afectados que es muy triste que Cambiar Huesca no ha hecho ni dicho nada a favor de mantenerlo en Huesca. Dice el Ministerio que cumple con los objetivos de racionalización de gasto impuesto por la Comisión Europea y tan sólo dio directrices. Dice el Ejército que ellos sólo cumplían órdenes (eso me suena de algo). Un debate de enjundia, de altura, ¿dónde deben estar situados los militares encargados de hacer la guerra? ¿Quién decide su ubicación? ¿Sólo es admisible el debate de la localización del cuartel o también se pueden cuestionar más cosas, como las armas que tienen, el tipo de munición? ¿Quizá podríamos someter a debate el modelo de instrucción? ¿Imaginan un debate sobre el tipo de uniforme, si debe tener uno u otro color porque éste parece más marcial que aquél? ¿Y sobre la música militar? ¿Qué se puede opinar sobre el Ejército y la defensa? ¿Sólo algunas cosas pero no otras? ¿Quién lo decide?. Por ejemplo, ¿se puede someter a debate el papel del Ejército? ¿Para qué sirve? ¿De quién nos defiende, o más bien, a quién ataca?. Porque todas las misiones (ahora se llaman así) de los últimos años han sido en lejanos territorios (la última gran intervención interior fue en el 36 y duró 40 años).
Dice el PSOE que el PP ha cerrado el cuartel. Dice el PP que el PSOE no ha hecho nada para mantenerlo abierto. Dicen los familiares de los afectados que es muy triste que Cambiar Huesca no ha hecho ni dicho nada a favor de mantenerlo en Huesca.
Realmente los problemas de Seguridad Nacional (admitiremos ese término) no han desaparecido, los hay y son evidentes, se suceden todas las semanas: incendios forestales, terremotos, accidentes ferroviarios, de aviones, naufragios de pescadores, vertidos de petroleros, crecidas de los ríos y desbordamientos… amén de un largo y cotidiano rosario de pequeños accidentes carreteros y ciudadanos (cocinas que arden, accidentes de motos, atropellos, choques de coches, etc.) Por otra parte hay que sumar la seguridad contra los ladrones, contra esos que roban mucho, pero mucho, que son más bien pocos y que se engloban en lo que llamamos corrupción, y los demás ladrones, esos que hacen pequeños hurtos, robos de pisos, atracos a gasolineras, etc. Para esto último tenemos nada más y nada menos que a la Policía Nacional y a la Guardia Civil, casi nada. Por cierto que España, vuelve, un año más, a ser uno de los países más seguros y con menos delincuencia de Europa.
Al parecer la deuda que ha generado el ejército está entre los 25.000 y los 30.000 millones de Euros, más que el rescate de BANKIA.
Volvamos al meollo, la Seguridad Nacional. El sufrido lector de estas líneas ¿tiene temor por una invasión de los portugueses? No creo. ¿Y por una invasión del DAES? Supongo que si tiene algo de criterio, no mucho, con un poco es suficiente, tampoco. El verdadero riesgo del ciudadano español es el de los accidentes y el de los riesgos naturales, para el ciudadano y para el territorio. ¿Acaso no es lícito preguntarse entonces para qué sirve el Ejército?. Al parecer la deuda que ha generado el ejército está entre los 25.000 y los 30.000 millones de Euros, más que el rescate de BANKIA. Algunos dirán que el Ejército realiza un papel fundamental en momentos de catástrofe como incendios y otros similares. Es cierto, nadie lo duda pero ¿para eso hacen falta 87 cazas Eurofighter o 239 tanques Leopard? ¿Es imprescindible un portaaviones? ¿Y dos? Realmente, si en vez de cuarteles repletos de militares que entrenan para hacer la guerra (ese es su trabajo y no otro, lo demás es accesorio); si en vez de manifestarnos y hacer plataformas de apoyo o declaraciones extemporáneas sobre el cierre del Cuartel de Huesca o sobre su permanencia, dedicásemos todo ese esfuerzo a reclamar un equipo de Protección Civil estatal, con implantación en todo el territorio, bien dotado, mejor entrenado, con personal adecuado conseguiríamos dos cosas: por un lado una rebaja sustancial de la deuda pública española y destinar ese dinero a recuperar el maltrecho estado del bienestar, en segundo lugar un aumento de puestos de trabajo repartidos por todo el territorio, por todo, no sólo en una ciudad, permutando los soldados por agentes forestales, por bomberos, por sanitarios, por zapadores civiles… Es decir, una mayor garantía de nuestra seguridad nacional. Y todo eso con un coste infinitamente menor.
Desgraciadamente el debate público se ha perdido y la política sólo sirve para arrojarse la mierda de unos encima de los otros, una mierda que no deja de ser una opinión pública fabricada desde determinados intereses.
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