El martes 29 de marzo, tuvo lugar en el Instituto de Estudios Altoaragoneses la presentación del cómic LA BONDAD Y LA IRA, un recorrido por las últimas horas de Ramón Acín. El polifacético oscense hace un recorrido por algunos pasajes de su vida, rememorando anécdotas desde la amargura del zulo situado detrás de un armario de su propio hogar donde se vio obligado a ocultarse. La acción transcurre momentos antes de ser apresado, torturado y finalmente fusilado contra el muro del cementerio civil de Huesca, fatal cita a la que acudió armado únicamente con su pijama y unos lápices y plumillas de tinta.

El acto, además de contar con la presencia de los autores del tebeo, el guionista Juan Pérez y el dibujante y editor Daniel Viñuales, fue presentado por Víctor Pardo, gran conocedor de la figura de Acín que encuadró la escena histórica y vital que las viñetas van recorriendo con acierto, haciendo hincapié en la relevancia que el profesor, pintor, escultor y escritor altoaragonés ha tenido y tiene en la vida de la ciudad. Entre el numeroso público se encontraban familiares directos de Ramón Acín (entre ellos, su nieta Katia) y descendientes de personas que le conocieron y vivieron aquellos terribles momentos que condujeron a su trágico final y al de su esposa, Conchita Monrás, una mujer adelantada a su tiempo. Gracias a ellos, hubo en la charla momentos emocionantes en los que la nostalgia se mezcló con la memoria histórica de esa época terrible que condenó a tantos al cadalso.

Una vez más, el tebeo se muestra como un elemento pedagógico indispensable, que aquí se utiliza para reivindicar la figura de un hombre multidisciplinar, un oscense de profundo calado histórico cuya labor y legado va muchos más allá del símbolo. Una figura que quizá no es todo lo conocida que en justicia merece, y que mediante este cómic reclama una vez más el sito de honor que le corresponde en la cronología de su ciudad, esta Huesca en ocasiones olvidadiza y poco agradecida con su legado.

El cómic, lejos de centrarse en la truculencia de la muerte, rememora gran parte de la labor social, ideológica y cultural, reproduciendo en ocasiones artículos o fragmentos de algunos escritos que ponen de manifiesto el corazón anarquista y antibelicista de un hombre entregado a la libertad y la igualdad entre conciudadanos. Parte importante de LA BONDAD Y LA IRA es la que narra la participación más o menos documentada y cierta de Acín en la Sublevación de Jaca, y en el cómic se reproduce una charla ficticia entre el protagonista y el cabecilla de dicho alzamiento republicano, el capitán gaditano Fermín Galán. Es la conversación de dos hombres que intuyen que tienen las horas contadas, dos víctimas del infortunio al que les conduce sus firmes ideales, su valentía y su inexcusable compromiso con la causa.

A través de recuerdos y ensoñaciones, cabalgando a lomos de la icónica pajarita, se desgranan momentos diversos de la vida de Acín, que van desde sus colaboraciones con el periódico La Ira, hasta la financiación de la película Tierra Sin Pan, el célebre documental sobre Las Hurdes dirigido por Luis Buñuel y que Ramón Acín pagó de su bolsillo después de ser agraciado con el premio gordo de la Lotería de Navidad de 1932.