La Diputación Provincial de Huesca continúa en agosto con su actividad plenaria y asuntos tan diferentes como la restitución territorial de las zonas afectadas por grandes infraestructuras hidráulicas, la financiación de los espacios naturales, el retorno de todos los bienes del Monasterio de Sijena o la condena del golpe de Estado del 36. Cada grupo político (PSOE, PP, PAR y Cambiar) presentaba una propuesta de resolución y conseguía unir al resto de partidos con la unanimidad a la hora de aprobar los cuatro textos. De ahí que al finalizar la sesión ordinaria, el Presidente de la Diputación, Miguel Gracia, haya destacado la “capacidad entre todos los grupos para llegar a acuerdos en temas muy diversos”, algo que también han reafirmado José Antonio Lagüens, Joaquín Serrano y Luis Arduña, como portavoces de populares, aragonesistas y de Cambiar Huesca.
Hoy la Diputación ha exigido en bloque al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que los rendimientos obtenidos por el Estado en la explotación de aprovechamientos hidroeléctricos o de las reservas de energía se destinen en primer lugar a la restitución económica y social del territorio que los genera, en este caso al Pirineo Aragonés, en forma de planes de desarrollo económico y social o de necesidades energéticas de abastecimientos de agua.
Este tema llega al Pleno por parte del equipo socialista de gobierno de la DPH tras la revisión del Plan Hidrológico de Cuenca del Ebro 2015-2021 que ha sido utilizada por el Ministerio para privar al Pirineo aragonés de su legítimo derecho a la restitución territorial por las afecciones de infraestructuras hidroeléctricas como pantanos, canales, centrales de generación o líneas de transporte eléctrico
El Presidente de la Diputación Provincial, Miguel Gracia, ha hecho alusión a que este problema se está combatiendo también legalmente “y vamos a seguir trabajando para que a esos municipios les llegue una parte de esos grandes beneficios como zonas productoras de energía y de otros beneficios que se van lejos del territorio”, ha reclamado Gracia. Adelpa y la Diputación Provincial han interpuesto sendos recursos contencioso administrativos contra el artículo 67.2 del Plan Hidrológico del Ebro después de que fuera modificado tras la exposición pública y, por tanto, sin plazo para la alegación.
El texto institucional que ha salido del Pleno plantea la consideración de todo el Pirineo como territorio afectado por la construcción de grandes infraestructuras hidroeléctricas y lograr esa ansiada modificación de la actual legislación que permita a la administración local gestionar los beneficios de la denominada energía reservada y los generados por los saltos hidroeléctricos que revierten a la Confederación Hidrográfica del Ebro.
En este sentido, se ha posicionado también la Diputación Provincial en relación a la financiación que necesitan los espacios naturales de la provincia y la compensación económica a los municipios del entorno de estas zonas, entre las que el texto hace referencia al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, así como a los parques naturales de los Valles Occidentales, la Sierra y los Cañones de Guara, Posets-Maladeta, el paisaje protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel y el Monumento Natural de los Glaciares pirenaicos.
Por otro lado, el Pleno de la Diputación de Huesca se ha adherido a cuantas medidas y acciones legales y democráticas se lleven a cabo en el caso de seguir con la retención de las 44 obras que deberían haber sido ya devueltas al Monasterio de Sijena hasta el total de 97 reclamadas en este litigio. En la moción que ha presentado el PAR, la Diputación también hace suyo el Manifiesto por la verdad y la restitución del tesoro artístico del Real Monasterio de Sijena y la declaración de la junta de portavoces de las Cortes de Aragón de hace unas semanas.
Cuando se cumplen 80 años, Cambiar Huesca lograba reunir a todos los grupos en la condena del golpe de Estado de 1936 y, a su vez, reafirmar como institución democrática el respeto y garantía de una sociedad plural, en la que todos tienen cabida y en la que la violencia nunca puede ser el camino para lograr los objetivos.
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