El programa de artes plásticas de la Diputación Provincial de Huesca retoma su actividad este sábado con la inauguración de dos exposiciones multidisciplinares que presentan los proyectos artísticos de Sara y Pablo Álvarez, dos hermanos oscenses que obtuvieron las Becas Ramón Acín y Antonio Saura hace ahora un año.
Un relato sobre los recuerdos de una casa que recupera, a su vez, una parte de la historia de la ciudad o las artes escénicas y más concretamente un proyecto de ópera clown para homenajear al que fue el payaso más famoso de Aragón, Marcelino Orbés, son los ejes de estas propuestas artísticas. Cuando se cumplen los quince años de las Becas de Artes Visuales, la responsable de Cultura de la DPH, Berta Fernández, se refería a su finalidad “que no es otra que la de potenciar ese activo que tiene toda sociedad, ese capital humano”, comentaba.
Para Berta Fernández, es también la forma de constatar la “vitalidad de la cultura” en la provincia, pero también la diversidad de enfoques, de tema, de posicionamientos estéticos “y una enorme capacidad para sorprendernos” año a año. “Nos parece muy interesante que con el apoyo a las artes visuales podamos asegurar el futuro cultural de nuestra provincia”, ha manifestado.
En cuanto a las exposiciones que se podrán visitar hasta el 23 de octubre en la sala de exposiciones y bajo el mural de Saura en la DPH, la diputada delegada de Cultura destacaba: “Son dos trabajos muy diferenciados, con muchísima personalidad, pero que sin embargo tienen un punto en común en torno a la memoria y al patrimonio cultural”.
La casa Ena es el proyecto artístico de Sara Álvarez. Esta doctora en Bellas Artes y profesora de la Universidad Politécnica de Valencia conseguía la Beca Ramón Acín para llevar a cabo este trabajo colaborativo en el que el protagonismo recae sobre esta estancia “y cómo es testigo del paso del tiempo”, según cuenta la propia artista. Todo empieza cuando tienen que vaciar lo que fue almacén de juguetes del abuelo de Sara, una casa que antes había sido vivienda familiar, edificio señorial y residencia de Ramón Acín. En ese proceso “la casa empezó a presentarse con la potencia que tiene, con una belleza sobrecogedora y empezamos a preguntarnos qué pasará con la casa, aunque pase lo que pase las huellas que había iban a desaparecer”, explica Sara.
Sara comenzó a hacer fotos que ahora se pueden ver en un tablero de la red social, con la idea de desarrollar un proyecto artístico que tomaba forma mientras iba contactando con el resto del equipo que ha participado en su desarrollo y que son Orencio Boix, Patricia Gómez, M.ª Jesús González y Martí Guillem. En Pinterest todo el equipo fue recopilando la documentación que en parte puede verse ahora en la primera “estancia” de la exposición.
Así es cómo Sara ahondaba en la memoria y el proyecto conectaba el almacén de juguetes de su abuelo con la casa natal de Ramón Acín “en la que vivió una trágica historia, fue arrancado de allí para ser fusilado, pero que no puede obviar toda la parte vital, positiva, cultural, educativa que tiene dentro”, ha resaltado la artista ganadora de la Beca Ramón Acín.
Tal como ella misma detalla, la exposición aparece dividida en tres momentos vitales: el traslado a la infancia, en 1973, cuando su familia compra la casa que se convertiría en almacén de juguetes, para llegar a 2016 que es La piel, la casa desnuda y lo que hoy en día se puede ver. Esta zona muestra lo que cuentan las paredes a través de más de 800 piezas obtenidas mediante la técnica del arranque mural en varias profundidades, un trabajo de Patricia Gómez y María Jesús González.
“Después llegamos a La herida, es 1936 y allí he querido reflejar el lado más humano, el tratar de ponernos todos en la piel de una persona que necesita esconderse para que no lo vayan a apresar y a fusilar”, concluye Sara. Al final, el espectador llega a una zona llamada La pantalla como habitación donde se puede ver un cortometraje documental donde Orencio Boix ha recogido todo el proceso.
La Beca de formación e investigación Antonio Saura del año pasado fue para Pablo Álvarez, que ha asegurado haber aprovechado al máximo. El proyecto de Marino Clown, nombre artístico de Pablo, lleva por título Creando una sociedad clown y la ayuda de la Diputación le ha servido para viajar a Estados Unidos y estudiar en la Fundación de Circo Social, mientras conocía diversos proyectos relacionados con las prácticas artísticas colaborativas.
“Son dos trabajos muy diferenciados, con muchísima personalidad, pero que sin embargo tienen un punto en común en torno a la memoria y al patrimonio cultural”, describe la responsable provincial de Cultura, Berta Fernández.
En la Sala Saura de la DPH presenta su proyecto de investigación Ópera Clown, una reactualización del género chico de la zarzuela realizada con la intención de rendir un homenaje a Marcelino Orbés Casanova, nacido en Jaca en 1873 y fallecido en 1927 en Manhattan. Se trata de una alegoría a la comedia y a la tragedia a través de la vida de este payaso. Un proyecto también multidisciplinar y colaborativo, pues en él intervienen un equipo artístico compuesto por Josué Moreno, Javier Aquilué y Marta Jiménez Salcedo, además de que los intérpretes serán colaboradores locales como la Banda de Música de Huesca, La comparsa de gigantes, cabezudos y caballicos de Huesca, el grupo Sonería, Arcadia, Atades Huesca y AENO.
“Es una ópera contemporánea -comenta Pablo-, que Josué ha compuesto basándose en los planos de la ciudad. Es un proyecto muy transversal en el que se han implicado por el momento más de cien personas y es un modo, para mí el ideal, de que una ciudad rinda homenaje a un personaje como fue Marcelino Orbés, de los mejores del mundo de su época”, ha reivindicado.
“Mi proyecto empieza ahora”, ha afirmado, y es que es una muestra que explica la Ópera Clown que Pablo pretende llevar a cabo con la colaboración e implicación de gran parte de los agentes culturales y sociales de la ciudad, aunque pensando también en llevar la actividad a otros lugares. “Para mí el payaso desde siempre ha sido como un mediador entre las instituciones y el pueblo”, añade. Su idea es trabajar para poder estrenar la ópera en Huesca el año que viene, coincidiendo con el 90 aniversario de la muerte de Marcelino Orbés. También contará con un libreto para presentar la obra al público, diseñado por Javier Aquilué con dibujos basados en las tiras cómicas protagonizadas por el payaso Marcelino, y con un documental acerca de todo el proceso de creación y la puesta en escena final de la Ópera Clown.
Leave a Reply