El 5 de marzo de 2016, en el transcurso de una charla de las organizadas por el Colectivo Feminista en las Jornadas feministas que se desarrollaban en Huesca como conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la Asociación Burkinabe, en nombre de las mujeres de la Comisión de Asociaciones de Inmigrantes, propuso que la fuente luminosa del Parque Miguel Servet, que se encontraba en ese momento en construcción, se denominara «Ocho de marzo».

La propuesta, que fue muy bien acogida por las personas asistentes al acto, se trasladó desde la Comisión de Igualdad, Migraciones y Diversidad a la Comisión de Relaciones Institucionales que aprobó por unanimidad en el mes de junio la designación del nombre «8 de marzo» a la fuente luminosa del Parque Miguel Servet.

Ayer, 11 de octubre, con un sencillo acto, en el que estuvieron representantes del ayuntamiento, de la Asociación Burkinabe y de la Asociación de Vecinos del Barrio de San José, se descubrió la placa que lleva el nombre de la fuente luminosa. Carmen García, concejala de Medio Ambiente, describió la fuente como»encrucijada y punto de encuentro para caminar hacia un futuro para la igualdad». Para Manuel Rodríguez, concejal de Igualdad, puede llegar a representar un espacio de «convivencia, de celebración y reivindicación» en la ciudad de Huesca.

«En Burkina Faso hay un parque que se llama «8 de marzo» y es donde las mujeres celebran el 8 de marzo. Aquí el parque se llama Miguel Servet pero hay una fuente y, con todo lo que el agua simboliza, se nos ocurrió que se llamara 8 de marzo», explicó Hawa Dao Darankoum, representante de la Asociación Burkinabe. «No hay nada en Huesca que simbolice la lucha de las mujeres y por eso lo hemos pedido», añadió.

Hawa comentó que en Huesca siguen viviendo situaciones discriminatorias hacia ellas, como mujeres migrantes, pero también observó que «cada vez se ve menos ese desprecio». Las mujeres de la asociación Burkinabe son muy activas socialmente ya que consideran que la integración es una parte trascendental para romper su invisibilidad social  «aunque no es fácil porque, a veces, tenemos que esconder nuestras raíces», manifestó.

En cuanto a la situación de las mujeres en su país, Hawa subrayó que es muy importante la labor de las mujeres migrantes que «vuelven con más ideas para las mujeres que se quedan allí, para que conozcan que fuera de Burkina Faso hay otro mundo, otra vida donde pueden ser más libres. Eso motiva a las mujeres a luchar por la libertad».