La Cámara de Comercio de Huesca ha acogido la jornada “El Reino Unido tras el brexit”, en la que expertos de la Cámara de Comercio de España en Gran Bretaña han explicado las características del mercado de ese país, las posibles oportunidades de negocio para las empresas altoaragonesas y las incertidumbres que quedan por resolver hasta su definitiva salida de la Unión Europea.
Igor Urra, secretario general de la Cámara de Comercio de España en Gran Bretaña, ha recordado que, una vez el Reino Unido solicite formalmente antes de marzo la salida de la Unión Europea, se abre un plazo de dos años para negociar un acuerdo entre ambas partes. “A partir de ahí, puede pasar de todo, pero seguramente nos encontraremos en una situación peor que la actual”, ha señalado Urra, pues es previsible la introducción de trabas a los intercambios comerciales. Y ello porque se rompe el mercado único y porque tampoco se aceptaría una propuesta del Reino Unido para llegar a un acuerdo de libre comercio. “No puede permitir que el Reino Unido no esté en Europa y no se le note o que incluso le vaya mejor, porque eso supondría la destrucción de la Unión Europea”, ha señalado.
Como mensaje general a las empresas, Igor Urra ha apuntado que van a aumentar las trabas y restricciones y, por lo tanto, se producirá una reducción del flujo inversor y comercial, pero esta situación también conllevará como posible ventaja la disminución de competencia para las empresas extranjeras que consigan implantarse en el Reino Unido. Además, se ha mostrado convencido de que el Reino Unido, fiel a su tradición liberal, seguirá haciendo lo posible para ser un mercado lo más abierto posible y para favorecer la atracción de inversiones.
También ha explicado los cuatro efectos principales del brexit en las relaciones con España. En primer lugar, la depreciación de la libra tras el referéndum de junio, en el que se aprobó la salida de la UE, ha provocado una pérdida de valor del 15 % de los activos de empresas españolas en el Reino Unido, país en el que más ha invertido España en los últimos 25 años. En segundo lugar, al ser ahora nuestros productos más caros, se reducirá el superávit de la balanza comercial a favor de España. Por el mismo motivo –depreciación de la libra-, el turismo también se resentirá, previsiblemente, y hay que tener en cuenta que España es el principal país receptor de turistas británicos. Por último, habrá que ver los efectos sobre los 200.000 españoles residentes en el Reino Unido y el millón de británicos residentes en nuestro país.
Las empresas participantes en la jornada, que ha sido abierta por el vicepresidente 2º de la Cámara de Huesca, Francisco Lalanne, también han escuchado los consejos de Abel Plasencia, director de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de España en Gran Bretaña.
Según este experto, la proximidad geográfica, el buen grado de conocimiento mutuo, propiciado en gran medida por la visita a España cada año de millones de turistas británicos, la disposición del consumidor hacia nuevos productos, o la importancia que conceden al I+D+I, son oportunidades que ofrece el mercado del Reino Unido a las empresas españolas. Por el contrario, también existen riesgos que pueden hacer fracasar el intento acceso a ese valioso mercado: la madurez y saturación del mercado, el proteccionismo en determinados sectores, los altos costos de establecimiento, la competencia “brutal”, la “imagen informal de la empresa española”, o la variación del tipo de cambio.
El sector agroalimentario es uno de los que ofrece mayores oportunidades en la actualidad, ya que los productos españoles están de moda y son bien considerados. No obstante, es un sector muy maduro, con mucha oferta y competencia, y se valora el factor precio por encima de la calidad. Otros sectores con oportunidades de negocio son el de los bienes de consumo (moda, mobiliario…), construcción e ingeniería (va a haber gran inversión en infraestructuras en los próximos años), servicios de consultoría (ingeniería, asesoría de riesgos laborales, relaciones públicas y marketing…).
Las empresas participantes en la jornada desarrollan su actividad en diversos sectores, como agroalimentario (vino, aceite), turismo, tecnología, servicios (enseñanza de idiomas) o construcción. Tras la exposición, Igor Urra y Abel Plasencia han mantenido entrevistas individuales con cinco de estas empresas para resolver sus dudas o analizar sus necesidades.
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