La Diputación Provincial de Huesca ha cogido ya el testigo de Cáceres para la celebración del Congreso de Despoblamiento en las zonas rurales. Así ha quedado reflejado en la Comisión de Despoblación de la FEMP después de aprobar la pasada semana la organización en la capital altoaragonesa de la segunda edición de esta cita, que se desarrollará en la segunda quincena del mes de junio.
“Seguiremos trabajando y haremos hincapié en el Congreso próximo para que se impulsen medidas concretas que se incorporen a la planificación de las administraciones públicas y a sus presupuestos”, ha puesto de manifiesto Miguel Gracia. “Se trata de una situación problemática y común a muchas de las provincias de la llamada España interior y para hacer frente a esta realidad urgen acciones transversales a todas las administraciones competentes en la materia y que puedan impulsar iniciativas de repoblación”, ha reivindicado.
El Presidente de la Diputación de Huesca, Miguel Gracia, ha agradecido el respaldo de la Comisión que preside Sánchez Quero para poder celebrar en Huesca este foro ya que, al igual que otras provincias del interior, desde la administración provincial se ha reivindicado en diferentes ocasiones y foros acciones concretas como medidas fiscales y ayudas económicas para la vida rural de familias, empresas e iniciativas piloto, el apoyo a la mujer en los escenarios rurales y en la lucha contra el despoblamiento, ayudar a los ayuntamientos a la promoción del desarrollo rural o llevar a cabo acciones de toma de consciencia social, empresarial y política que impulsen la valorización del medio rural.
«Debemos denunciar que el despoblamiento rural es igualmente una consecuencia de las políticas nacionales y comunitarias que priorizan el desarrollo urbano aun sabiendo que el desarrollo humano será imposible sin el medio rural», ha dicho Miguel Gracia, para quien «el proceso de despoblamiento va más allá de pueblos vacíos o de envejecimiento de la población rural, sino que representa una desafección de nuestra generación con un medio al que pertenecemos».
La Comisión de Despoblación de la Federación está formada por 25 alcaldes de pequeños municipios, altos responsables provinciales y dos senadores, que dan voz a los más de 4.700 municipios españoles que se encuentran en riesgo de despoblación.
Precisamente, en la reunión de hoy se ha puesto de manifiesto el riesgo de extinción que tienen muchos de estos municipios. En la actualidad subsisten con menos de mil habitantes 4.995 de los 8.125 municipios que tiene España. La inmensa mayoría de esas casi cinco mil localidades sufren el continuo envejecimiento de su censo demográfico y un mínimo o nulo relevo generacional, con escasas o nulas cifras de natalidad.
Este es uno de los datos que aporta el informe Población y despoblación en España 2016, que ha sido presentado a la Comisión de Despoblación de la FEMP por su presidente, Juan Antonio Sánchez Quero, que también preside la Diputación de Zaragoza, en un encuentro celebrado este mediodía a la que han asistido también, en calidad de invitados, varios miembros de la Comisión de Diputaciones.
El informe presentado alerta de que sigue agravándose la crisis demográfica y de que sus efectos comprometen el futuro de cada vez más municipios españoles. Son ya 2.652 las localidades que subsisten con censos de menos de 500 habitantes. De estas, 1.286 (casi dos de cada diez municipios españoles) ni siquiera pasan de los cien vecinos empadronados: 48 más que en 2015 y 358 municipios más de los que había en el año 2000 con menos de 100 empadronados.
Entre 2015 y 2016, España ha perdido 67.374 habitantes, pero esa sangría poblacional se ha concentrado mayoritariamente en las áreas rurales, ya que la suma de población de las capitales de provincia españolas ha ganado unos 14.000 habitantes durante el último año.
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