La Diputación Provincial de Huesca inicia una nueva temporada de visitas guiadas al conjunto de La Cartuja de las Fuentes durante los fines de semana que se prolongará hasta finales de año. Mientras continúan las obras de rehabilitación y para dar a conocer este monumentocomo referencia obligada en la historia aragonesa y de Los Monegros, estará abierto al público más de 100 días a lo largo de este año cuya principal cita desde hoy tendrá lugar tanto los sábados como los domingos, en horario de 11 a 14 horas.
En ese camino de la DPH para sacar del olvido este bien de interés cultural que comenzó con su adquisición, estas visitas serán gratuitas y se desarrollarán durante una hora y media proximadamente con un recorrido por este excepcional conjunto arquitectónico de estilo barroco tardío en el que todos los expertos visualizan la influencia del gran arquitecto Ventura Rodríguez y cuyo diseño y construcción se relaciona estéticamente con algunas de las grandes construcciones religiosas contemporáneas, además de llamar la atención especialmente por la impronta que dejó con sus pinturas el artista Fray Manuel Bayeu. La conocida como Cartuja de Los Monegros abrirá también sus puertas varios días al mes para grupos con reserva previa (678 436297) y hasta completar las jornadas disponibles.
Lo que se pretende cada fin de semana es que el público se deje llevar por las explicaciones de los guías, como anfitriones del monasterio, para adentrar a los visitantes en esta cartuja que ayuda, al mismo tiempo, a acercarse a la realidad de esta zona. Este servicio de visitas guiadas ha sido adjudicado a Sueña Monegros, agencia de viajes y guías que ya estuvo al frente de la coordinación de las visitas el año pasado. El equipo está compuesto por una guía turística, un historiador y un estudioso del patrimonio artístico y cultural de Los Monegros, además de otros colaboradores, entre todos han ido investigando lo relacionado con el conjunto de La Cartuja y cada día ofrecen nuevas historias y datos.
La visita comienza en el exterior para que los visitantes tomen el primer contacto y comiencen conociendo el sentido del muro que rodea el recinto de este monasterio del siglo XVIII. El recorrido propiamente dicho arranca de la mano de Alberto Lasheras, como experto y buen conocedor de historias y anécdotas relacionadas con el conjunto y su entorno. Al llegar ante la fachada de la iglesia, su estilo y su ornamentación toman el protagonismo antes de pasar al atrio. A los pies de la iglesia, en el espacio denominado coro de Hermanos se muestra a los visitantes imágenes, dibujos, planos y otros elementos que describen gráficamente algunas de las explicaciones. También se revelan otros espacios como el coro de Padres, la tribuna, el crucero, la cabecera del templo, el camarín de la Virgen y la capilla del Sagrario. Las miradas se van a la cúpula, a más de veinte metros de altura, y a las pinturas en paredes, techos, bóvedas y capillas del complejo monacal, obra de Fray Manuel Bayeu, para salir de allí sabiendo que este conjunto pictórico mural es el tercero más destacado de todo Aragón. El recorrido, incluso los días de apertura, pueden reajustarse teniendo como prioridad la situación de las obras de rehabilitación y recuperación que están en el tramo final de su segunda fase y con una nueva a la vista que se adjudicará en los próximos días.
Durante este singular paseo por el posiblemente es el más desconocido de los grandes monumentos altoaragoneses, se explica cómo La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes tuvo el privilegio de contar con el artista, Fray Manuel Bayeu Subías, que llenó de vida y color las paredes y techos de este recinto en una titánica labor cuyo ejemplo no es fácil de encontrar en otros casos en los que intervinieron un mayor número de pintores; la escultura de Carlos Salas, relacionado con El Pilar de Zaragoza; los mecenas o benefactores que hicieron posible este monasterio o su utilización como balneario tras la desamortización y su arquitectura encuadrada en el barroco tardío con tendencia clasicista, bajo la influencia de Ventura Rodríguez; sin olvidar a la familia Bastarás, de Lanaja, que desde 1896 y durante los últimos 120 años se ha encargado de mantenerla hasta su paso a titularidad pública por parte de la Diputación Provincial.
A lo largo de la pasada temporada, se contabilizaron 1.609 personas desde el mes de julio y hasta diciembre. En este tiempo La Cartuja estuvo abierta más de 50 días con una media de 67 visitantes a la semana, procedentes de hasta 32 provincias españolas diferentes. Por comunidades, destacan los que llegaron de Aragón y de la vecina Cataluña. Aunque el grueso (más del 95%) fueron de nacionalidad española, también hubo turistas extranjeros procedentes de 14 países, mayoritariamente europeos y en el resto de los casos llegados de continentes como América, Asia o África.
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