Apuesta por la ganadería extensiva como actividad para mantener la sostenibilidad territorial y complicidad mutua y necesaria entre el medio rural y el medio urbano. Estos dos han sido los elementos clave que Miguel Gracia, Presidente de la Diputación Provincial de Huesca, ha valorado como fundamentales en la inauguración de las obras finales del refugio guardado Cap de Llauset, una infraestructura que sirve para completa la ruta del GR 11, ya que en este tramo del Pirineo aragonés no existía refugio alguno.
«Los habitantes de la montaña, los ganaderos, son quienes mantienen y cuidan este entorno natural que luego disfrutamos todos; no son agresores sino son los que se aseguran que el paisaje llegue hasta nuestro día gracias a su actividad», ha dicho Miguel Gracia.
Junto a Miguel Gracia han intervenido los responsables de las otras dos entidades que han hecho posible que en cinco años esté finalizado este equipamiento: la alcaldesa de Montanuy, Esther Cereza, y el presidente de la Federación Aragonesa de Montañismo, Luis Masgrau. HA querido compartir esta jornada también el presidente de la Federación Española de Montañismo y Escalada, Joan Garrigós.
Presentados por Modesto Pascau, ex gerente de Prames y uno de los artífices de la ubicación y construcción de este refugio guardado, Esther Cereza ha agradecido la voluntad de los propietarios de esta zona de Aneto que han cedido terrenos para la construcción de este refugio. Ha valorado muy positivamente que esta infraestructura sea generadora de riqueza y actividad económica para la zona, ya que habrá entre 4 y 6 personas trabajando en turnos durante todo el año. Se trata de una infraestructura que contribuye a un desarrollo sostenible.
Por su parte, Luis Masgrau y Joan Garrigós, han destacado que se trata de un refugio que ofrece seguridad a los montañeros, confort a los usuarios y trabajo en condiciones dignas tanto a los guardas que trabajan en él como a los cocineros y otros ayudantes que hacen posible la actividad de este refugio. De hecho, desde que fuera inaugurada la primera fase de este refugio, en julio de 2016, con 32 plazas en marchas, ya ha recibido a alrededor de 7.500 visitantes, una cantidad que viene a sumarse a las excelentes cifras de los refugios de la provincia de Huesca, que cerraron el año pasado con cerca de 100.000 pernoctaciones.
La jornada ha empezado con una visita a las instalaciones nuevas. El refugio en sí se estructura en torno a dos edificios, cada uno de dos plantas, además de un sótano. Cuenta con todos los equipamientos e instalaciones necesarias para la comodidad y descanso de los usuarios. Además, las instalaciones cuentan estación meteorológica, abastecimiento de agua y helipuerto.
Más de 200 personas han participado en esta jornada, que ha incluido también la entrega de platos de cerámica a las instituciones, entidades, propietarios y colectivos que de una forma u otra han hecho posible este refugio. Tras las intervenciones, se ha destapado una placa y ha tenido lugar un almuerzo montañero preparado por los mismos guardas y trabajadores del refugio.
Además de las instituciones citadas han participado en la jornada Maribel de Pablo, diputada provincial de Desarrollo Territorial y MEdio Natural, la presidenta de la Comarca de Ribagorza, Lourdes Pena, el senador Marcelino Iglesias, responsables de la Guardia Civil y de los grupos de Montaña, alcaldes de la zona como el de Bonansa y el de Pont de Suert, miembros de Protección del VAlle de Arán, el ex alcalde de Montanuy, José María Agullana, el gerente de Prames, Sergio Rivas, y su antecesor, Modesto Pascau, encargado de presentar el acto. Ha contado también con la presencia de vecinos de Aneto, propietarios de esta parte del monte, y de una nutrida presencia de Peña Guara, con su presidente Manolo Bara, al frente, así como miembros de clubes de montaña de Teruel, Navarra, CAtaluña, País Vasco, Navarra, el Club Alpino Francés (Tarbes y Toulouse).
La construcción del refugio ha costado 2,5 millones de inversión conjunta para un refugio que ha costado más de un lustro llegar a ver en todo su esplendor. Las obras, que solo se han podido realizar durante los periodos estivales, han contado con una novedosa técnica de montaje importada de construcciones similares en refugios de los Alpes, gracias a la cual los módulos vienen ya prefabricados e in situ en la obra se ha realizado solamente el montaje.
El diseño, trabajo de los arquitectos Alejandro Royo y Ramón Solana, ha aplicado en la construcción y en los materiales utilizados modernas técnicas para facilitar su capacidad de aislamiento y favorecerán un menor consumo de energía.
A 2.425 metros, el refugio de Cap de Llauset es el refugio guardado aragonés situado a mayor altura; una localización envidiable al abrigo del paraje inigualable del parque Posets-Maladeta, que concentra el mayor número de cumbres de 3.000 metros de la provincia. El refugio coincide también con una de las etapas de la senda transpirenaica GR11, uno de los senderos por etapas más transitados en Aragón y un importante reclamo para senderistas venidos de todo la península atraídos por el encanto del Pirineo Aragonés, que de acuerdo con la FAM suman un 70% del turismo en nuestra Comunidad.
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