Estimados lectores de Ronda Huesca debido al estrés ocasionado por la redacción de la impugnación, en respuesta a la decisión de la COMISIÓN DE ASISTENCIA JURÍDICA GRATUITA, de denegar dicha asistencia, no sentí fuerzas para escribir el artículo previsto para la semana pasada. Hoy, por si sentís seguir lo que estoy escribiendo, motivada por el sentimiento de compartir la situación del probable desahucio en el que estoy inmersa, desde que el arrendador de la vivienda, que es mi domicilio habitual desde hace casi 12 años, decidió demandarme por fin de contrato, desmenuzo algunas de las claves que condicionan el acceso a la vivienda de alquiler en zonas rurales.
En estas dos semanas transcurridas desde mi primer artículo, he podido confirmar, en intensas conversaciones con los Seres Humanos que me están apoyando en este delicado tránsito, desde la llegada a primeros de diciembre de la notificación de desahucio, que la mayor parte de las veces, el Universo abre la puerta de un lado, aunque, en apariencia, la cierre de otros.
En mi caso particular, aparenta que la primera puerta cerrada es el hecho de la denegación de Asistencia Jurídica Gratuita, así como la verificación de mi parte de que, no abundan las viviendas posibles aptas para realizar un cambio de domicilio. De momento, no ha aparecido ninguna viable. Hasta he tomado la paradójica decisión de solicitar una solución habitacional al mismo Ayuntamiento que me ha demandado. También estoy tramitando la solicitud de Vivienda Social, a través del Servicio Social de Base de la Comarca de Ribagorza (en base a la ORDEN de 12 de agosto de 2013, del Consejero de Obras Públicas, Urbanismo, Vivienda y Transportes, por la que se inicia el proceso recepción de solicitudes para ser beneficiario de viviendas de la Red de Bolsas de Viviendas para el Alquiler Social de Aragón).
Las puertas no abiertas en estos territorios rurales siempre coinciden con unos parámetros que están diseñados para hacer del acceso a la vivienda un negocio. Esto, sumado a que no se han implementado fórmulas prácticas para que todos y cada uno de los ciudadanos que elegimos vivir en estos núcleos rurales durante todo el año, podamos disponer de un número mínimo de ofertas de vivienda en alquiler asequibles y de precio coherente con la media de los sueldos que se ofrecen, sigue invalidando, a ciertos perfiles de ciudadanos, para obtener ese derecho contemplado por la Constitución española de una vivienda digna y adecuada. Esto puede ser similar a afirmar que, las viviendas disponibles para ser arrendadas por habitantes estables (los de todo el año y los que, por lo menos, se quedan todo el año lectivo -funcionarios, etc…-) son escasas, son caras y, por tanto, son insuficientes para asentar población. El grueso de lo construido en este Pirineo Oscense tiene como prioridad ser puesto a disposición del uso turístico. El macro turismo no es turismo sostenible y, encima, es turismo de temporada.
Observo que nadie, todavía, ha realizado una verdadera evaluación del alcance de las trabas que suponen, para los que elegimos vivir aquí de forma permanente y disponemos de empleos temporales, los siguientes hechos montados para el negocio lucrativo de la vivienda:
- Pagos de fianzas (a veces hasta 2 mensualidades a toca teja).
- Rentas desproporcionadas: o bien porque el arrendador sobre valora las cualidades de la vivienda que alquila, o bien porque, el voluble mercado inmobiliario trapichea con el valor de los inmuebles a gusto, no del consumidor, sino del ofertante.
- Gastos insostenibles: el agua en estas zonas es increíble que valga lo que vale, la electricidad es una cadena perpetua -salvo que accedas a alguno de los tres niveles de rebaja del BONO SOCIAL-, los gastos de comunidad son un chiste, sobre todo, cuando ves que, en muchas comunidades de vecinos, se estropean las cosas y nadie se encarga de arreglarlas, etc.. pero, cobrar, siempre cobran ese gasto, la calefacción, al paso que llevan los combustibles fósiles, son otro yugo.
- La tendencia a alquilar a través de inmobiliaria. Si ya es un esfuerzo titánico pagar la fianza, ¿de dónde sacar la mensualidad más IVA que cobra una inmobiliaria cuando el arrendador, por despreocuparse, no trata directamente con el inquilino y deja ese paso en manos de esas empresas?
Creo que una verdadera evaluación pasa por preguntarse porqué ninguna Administración, ni la Autonómica, ni las locales (Diputaciones y Ayuntamientos), han difundido lo suficiente la ORDEN de 11 de febrero de 2014, del Consejero de Obras Públicas, Urbanismo, Vivienda y Transportes, por la que se realiza nueva convocatoria para continuar el proceso de aportación de viviendas a la Red de Bolsas de Viviendas para el Alquiler Social de Aragón.
¿Cuántos arrendadores particulares saben qué existe dicha orden? Supongo que apenas ninguno pues, en la tramitación de Vivienda Social que estoy efectuando, no hay ofertado ni un solo ejemplo, ni en Ribagorza, ni en Sobrarbe. Como tampoco he encontrado ningún ejemplo en la recién publicitada Bolsa de Viviendas de alquiler de Benabarre. Aún, ningún propietario ha incluido su vivienda en dicha bolsa, para que un inquilino pueda optar a alquilarla.
¿Porqué las viviendas propiedad de Administraciones Locales no entran directamente a formar parte de la Red de Bolsas de Viviendas para el Alquiler Social de Aragón?
¿Cómo voy a creer los argumentos políticos que hablan de ASENTAR POBLACIÓN si, la vivienda de propiedad municipal, que es el hogar que he creado en estos casi 12 años, es probable que quede deshabitada porque, una Administración Local, pretende desahuciarme?
Soy una de los escasos habitantes, no nacidos en este municipio, ni con parentesco con antiguos habitantes del mismo, que han elegido vivir aquí y han aumentado la población de este núcleo ribagorzano.
Pocas situaciones son más insolidarias, abusivas y, si se indaga en profundidad, inhumanas, que intentar desahuciar a una ciudadana en situación de vulnerabilidad, en pleno invierno, cuando esta vivienda que, es el único hogar del que dispongo desde hace casi 12 años, no se necesita dejar vacía.
Soy consciente de que hay muchos arrendadores responsables que son capaces de ver más allá del ánimo de lucro. Que priorizan la calidad humana de la persona que les demanda un espacio para crear en él un hogar pues, ese es mi caso. No alquilo de forma fría, distante, o irresponsable un espacio donde estar, alquilo una vivienda que convierto en el hogar que disfruto desde que amanece, hasta que anochece. El hogar, esté, o no, presente en él físicamente, se viste con toda la energía del Ser Humano que Soy, de las sencillas pertenencias que enriquecen el día a día -libros, películas, plantas, música, ….-, …
Me quedo pues, con esta conclusión: somos todos y cada uno de los que habitamos estos espacios rurales & naturales, unos desde el rol de arrendadores y, otros desde el rol de inquilinos (arrendatarios), los que podemos generar un mundo más humano, más vivible, practicando ese ver más allá, poniendo nuestra voluntad a favor de ver el punto de vista del otro y, sobre todo, ver el conjunto de lo que implica la decisión de facilitar una vivienda en alquiler preferentemente a quien valora dicha vivienda pues, se compromete a cuidarla como si fuese suya, y secundariamente dejarla en manos del primero que acepta pagar el precio que se pide por ella, sin observar qué calidad humana desprende ese probable inquilino. Lo mismo desde el otro lado: ver el conjunto de lo que implica aceptar el primer precio que te pide un arrendador, sin sentir si lo que te ofrece vale lo que te pide, sin valorar si lo que te pide lo sientes pagar, sin ser responsable de vivir cuidando el bien que te facilitan como hogar.
Hasta el próximo artículo. Gracias por escuchar !!! Bella Vida !!!
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