El 21 de febrero se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna, entendida como aquella variedad lingüística propia de una determinada comunidad humana que se aprende por contacto directo con sus hablantes en la primera infancia (algunos estudiosos dicen que se comienza a aprender ya desde el mismo útero materno) y que es, por eso mismo, no sólo una forma de hacer referencia al mundo extralingüístico y de comunicar los pensamientos, sino la primera y más genuina manera en que cada persona percibe la ternura y aprende a expresar sus sentimientos, a gestionar sus emociones, a negociar sus relaciones y sus afectos: a amar, en definitiva. Por eso toda lengua materna, por minoritaria que sea, merece el máximo respeto y debe ser defendida a ultranza, sin que eso suponga necesariamente – sino más bien a menudo todo lo contrario, para que no pierda su natural espontaneidad– la necesidad de normativizarla y reglamentarla. Cada lengua es un producto vivo y cambiante, y existe mientras tiene hablantes que la reciben en su infancia como lengua materna.
La mía, aunque soy de Huesca, es el castellano, pero ¡cuánto me gustan esas variedades que, con su bella y antigua sonoridad, me parecen decir tanto! Aquí les dejo como ejemplo un poema inflamado de amor por su tierra de Veremundo Méndez (1897-1968) en cheso, dialecto aragonés del Valle de Hecho, que aunque no llega, ni en las más halagüeñas estimaciones, a los 700 hablantes, es sin embargo, junto con el chistabín, el benasqués y el bajorribagorzano, uno de los dialectos aragoneses con mayor vitalidad, gracias a la continuidad de la tradición generacional. Muito t’amo, fabla.
Soniando’n los Pirineos
Dend’este viello lugar
toda la vida baxeron
las aguas de l’Subordán,
con l’Aragón, enta l’Ebro.
Los tres chuntos ta Tortosa,
Mare Nostrum enta dentro.
¡Si! baxeron y s’en iban
d’estos altos Pirineos,
brincando por los crapáls,
por foces, xervigaderos,
lapizas y cantaleras,
enta la boca l’Infierno,
como caballo esbocáu,
sin ramal, serreta u freno,
y, en salindo d’ixa foz,
mansas, sin reblar, s’en fueron.
Aragón –de peñas, ríos–:
chens d’aquí lo cristianeron,
fablando con Dios allora,
entre Vals de Canfrán y Echo,
chens d’estas Vals que s’en iban,
muy devantáu lo tozuelo,
abrindose paso’n todo
lo que allora ellos troveron,
cuasi siempre con la fren
y cuando no, con lo peito.
Baxaban como las aguas
de lo viello río nuestro :
cutios, cutios, por los planos,
por las baxadas, serenos,
sin reblar por las puyadas,
ni faltarlis pon l’aliento.
Y cualquiera que se sigua
lo camino ¡siempre dreitos !
como los abez que crecen
en los nuestros Pirineos.
Así’stieron ixas chens
qu’en cientos d’años habieron
las banderas d’estas Vals
tocando cuasi lo cielo.
Los d’antis, sí. ¡Los d’agora
somos veníus muy a menos !
Triballando u de camino
nos canta pronto lo peito,
hasta’n los planos tusimos
y en las puyadas cayemos,
trepuzando’n las baxadas,
sin fuerza, fe ni tozuelo.
Nanoz, chiquetez, más baxos
somos la chens d’estos tiempos ;
inorantes y envidiosos,
presumíus y mal faineros.
Zarráus los güellos, sonío,
si Dios no i-mete remedio,
que nos imos afundido
cada añada más. Bi-pienso
que l’río s’en ve salindo
de l’mar, Tortosan’nta dentro.
Puyando por do baxaba
¡caye’n la Boca l’Infierno !
Entre que l’río recula
de l’mar y desfá lo feito,
siento que temblan los mons,
cayer rayos, trucar truenos ;
que ita l’cielo agua a caldés,
piedra y nieu ; soflar lo cierzo ;
chifla un ausin horroroso,
arbóls rancando por cientos.
Peñaforca se devanta,
Agüerri no ha que fer menos ;
Bixaurín, Acher, Lenito,
emplíus de rabia, ven ciegos.
Ramírez titiritiando…
¡Hasta Diostesalve ha miedo!
Y en que i-veyen que ixas aguas
veniban por do antis fueron
y dentran fendo gurgullos
por la Boca de l’Infierno,
itan enta l’cielo un brinco
y d’allí pintacodieron.
Los mons esclafan la tierra,
abrindo un foráu tremendo
que, itando fieros gramitos,
la Val se tragué’nta dentro.
L’afogué un ibón tan gran
que’n mar torné a la Val d’Echo.
L’ausín canté l’Dies Irae
y volé por muitos cielos,
vociando por todo l’mundo
que aquí acabé l’Pirineo…
Pero ixo yera….¡soniando !
He muita fe y no la pierdo.
Por ixo aguardo: bel dia
saldrán chens como salieron,
y honra serán d’estas Vals,
corazon de l’Pirineo,
de do baxa l’Subordán,
con l’Aragón, enta l’Ebro.
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