Un buen contable no se mide simplemente por el título universitario ni por sus evaluaciones académicas, aunque ambas premisas son importantes, sobre todo el hecho de que debe ser profesional universitario.
Sabemos que hay muchos que lamentablemente no encajan dentro de la calificación de un “buen contable”.
Este no se limita a dominar las herramientas de las ciencias contables y comprender el impacto de sus cálculos en la toma de decisiones de una empresa, sino que también es un profesional que debe manejarse de forma transversal en otras carreras, como derecho, administración, informática, recursos humanos, estadísticas, matemáticas financieras, auditorías, incluso hasta en política y relaciones internacionales.
Es por eso que un buen profesional no debe conformarse con sacarse el título, sino que debe estar en constante preparación académica y profesional y debe estar al día con los cambios legales y financieros del país para aplicarlas de forma correcta, ajustadas a las leyes y procedimientos administrativos, así como los elevados niveles de calidad nacional e internacional.
Formación académica sobre contabilidad
Aún después de graduados, los contables deben mantenerse al día con las innovaciones de la contabilidad.
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¿Qué artículos puedes leer sobre contabilidad?
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Perfil de un buen contable
Los buenos contables son mucho más que profesionales graduados en una carrera universitaria como tales. Deben ser personas muy metódicas y analíticas que les guste la organización y tengan habilidades para visualizar el control financiero de una empresa.
Es esencial que un buen contable sea hábil con las matemáticas, especialmente las aplicadas en el campo financiero y sobre todo debe tener una alta capacidad comprensiva de cómo las matemáticas le pueden ayudar a resolver cualquier problema contable.
Por estas razones y casi siempre quienes se especializan en este sector, ya cuentan con conocimientos previos, ya sea a nivel de alguna carrera técnica contable, incluso algunos institutos de educación secundaria preparan a sus estudiantes en conocimientos de contabilidad.
El profesional que destaca es aquel que maneja impecablemente el control financiero de la empresa y es capaz de visualizar con mucha anticipación cualquier dificultad financiera. A través de sus cálculos, un buen contable es capaz de advertir a los propietarios o accionistas de una organización los posibles escenarios negativos que pueden encontrarse y las diferentes alternativas de solución.
Lo anteriormente dicho significa además, que un buen contable es la “mano derecha” del administrador de la empresa o de la gerencia que tiene bajo su responsabilidad la toma de decisiones financieras.
Este debe presentar diferentes balances sobre el estado financiero de la organización y mostrar dónde están los aciertos y los fallos para tomar las medidas correctivas pertinentes.
Auditorías y gestión
Cuando hablamos de auditoría, bien sea interna o externa, estamos ante una de las áreas más delicadas de las ciencias contables.
El auditor es aquel profesional debidamente preparado y certificado en la realización de auditorías, con el propósito de llevar un control estricto de sus procedimientos, detectar fallos y hacer las correcciones a tiempo.
Muchas empresas grandes y corporaciones tienen su propia división de auditoría, la cual está en constante evaluación y vigilancia de todos los procesos de la empresa.
Las leyes de cada país suelen exigir que las empresas cumplan con un proceso regular de auditoría, sin embargo, el estado también puede realizar auditorías a empresas que utilizan grandes cantidades de recursos económicos de personas naturales y jurídicas, tales como los bancos.
Un buen auditor debe ser imparcial y honesto en sus evaluaciones, sin dejar de lado la diplomacia para poder hacer sus investigaciones sin mayores obstáculos.
Es importante que este sea inflexible cuando detecta algún fallo en la empresa, ya que si cede a las presiones se pone en entredicho su integridad profesional y hasta personal.
En cuanto a la contabilidad de gestión, es aquella rama que se encarga del análisis interno de los hechos contables de una empresa que no serán presentados públicamente, sino que sus conclusiones serán para el uso interno de la organización.
En la contabilidad de gestión, el contable analiza las diferentes decisiones financieras del pasado para establecer los gastos que representan cada uno de los departamentos de la empresa y tomar decisiones a futuro que impactarán en el rendimiento organizacional.
Por ejemplo, es posible que este tipo de profesional observe repetición de funciones en dos departamentos que pueden fusionarse en uno solo y así ahorrar recursos.
En base a toda esta exposición, entendemos que la contabilidad es un sector del conocimiento matemático que no puede ser tomado a la ligera, por lo que solamente un buen contable preparado a diario es capaz de enfrentarse a estos retos.
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