El copywriting es la redacción de textos publicitarios a los que en la jerga se les llama “copy”. De ellos se encarga el copywriter, pero su tarea debe ir más allá de incitar a la venta, lo que muchas veces deriva en textos manidos y carentes de sentido con los que el consumidor se pierde. El buen copywriter no es el que dice “¡Compra ya!”, sino que desarrolla una idea o concepto y encuentra las palabras adecuadas para venderlo, lo que requiere mucha creatividad y conocimiento de lo que tiene entre manos.
Vemos copywriting en los anuncios de prensa, los folletos o carteles publicitarios, el correo electrónico o las redes sociales. Son muchos soportes, sí, y eso da pistas de algo: son miles los mensajes que recibimos al día y cada vez menos las posibilidades de destacar, a no ser que se trate de algo plenamente estudiado.
El copywriter, entre las figuras más demandadas en la actualidad
Se calcula que en la década de los 70 la población consumidora estaba expuesta a unos 500 anuncios diarios, lo que ya se consideraba una cantidad elevada. Llegaban, sobre todo, a través de carteles publicitarios y de la televisión, pero también la prensa y la radio, que bombardeaban con anuncios de aseo personal, alimentación, etc. Se queda en nada en comparación con la cantidad de impactos publicitarios que se reciben hoy día: 5000.
Eso significa que una persona está recibiendo mensajes que le incitan a la compra prácticamente desde que se levanta hasta que se acuesta, y eso explica la relevancia que ha adquirido el copywriter en los últimos años. Su tarea es escribir textos persuasivos, sí, pero también deben informar y ser creativos. Y eso no es fácil.
Algunos profesionales del copywriting, como Nuria Cámaras, lo “gritan” a los cuatro vientos en sus redes sociales porque sí, la importancia del copywriting hoy en día es la de destacar, si quieres vender por Internet.
Han de valerse, por lo tanto, de técnicas útiles para hacer su trabajo, que pasa varias fases: ordenar ideas, dar un nuevo aire y conseguir conquistar al cliente. ¿Cómo lo hacen? Apelando a los beneficios, a las historias, al lenguaje directo, cuidando la estructura o los testimonios, y sin descartar el poder de la imagen.
En qué puede ayudar el copy a tu negocio
Sin preámbulos: el copywriter consigue ventas. Se da mucha importancia a formatos como el vídeo o la imagen, incluyendo en esta última categoría a las infografías, y lo cierto es que la tienen. Pero el poder de la palabra es único, y es el más relevante cuando se trata de diseñar una estrategia de contenidos.
Está claro que toda empresa quiere vender, por eso se habla de la magia del copywriting: encuentra las palabras exactas para surtir el efecto oportuno, alejándose de lo banal y de lo estándar porque eso juega en contra de la imagen de la marca. La homogeneiza hasta el ostracismo.
El copywriting también sirve para comunicar los beneficios de un producto o servicio, que es lo que más interesa al cliente. Es capaz de identificar lo que en la jerga se conoce como dolor, y explicar por qué eso que se vende puede atajarlo.
Lejos de esa homogeneización de la que hablábamos, y que no tiene cabida entre esos 5000 impactos publicitarios, el copywriting ayuda a definir la propuesta de valor y diferenciarse de la competencia. Lo hace con pocas palabras, de manera muy persuasiva y captando leads, es decir, potenciales clientes han demostrado interés en la marca.
Qué tipos pueden valer
Como existen tipos de texto, existen tipos de copywriting. No se usan las mismas palabras en los mismos soportes, lo que explica que exista, entre otros, el copywriting web. Es la especialización en los textos para webs, lo que posiblemente sean los más corporativos de cuantos va a escribir. Y es que hablamos del entorno de la propia marca, de su sede en internet, por lo que la asociación información-persuasión tiene más relevancia que nunca.
En el blog asociado, por ejemplo, se aplicará el SEO copywriting, orientado al posicionamiento en buscadores. Es una técnica específica que, entre otras cosas, utiliza palabras claves para que los motores de búsqueda localicen e indexen el texto, por lo que hay una dificultad añadida: el texto debe estar optimizado, pero seguir siendo legible y muy atractivo para el consumidor.
El concepto de marketing copywriting, por otra parte, parece un redundante, pero no. Se trata de textos insertados en sitios específicos en los que no se trata de informar, sino directamente de vender. Hablamos del email marketing o las páginas de ventas, por ejemplo.
El copywriting, en definitiva, se ha revalorizado como práctica, ya que ayuda a las marcas a vender más cuando se aplica bien, y cuando el copywriter es de verdad un/a profesional.
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