Perspectivas durante y después de la pandemia
La asoladora pandemia del Covid-19, no muy lejos de cumplir el año, ha segado muchos de nuestros planes de futuro desestabilizando al mismo tiempo nuestras posibles expectativas al respecto. Las distintas restricciones que, por normativa, operan a fin de evitar nuevos contagios han atacado principalmente las aglomeraciones. Un hecho que ha repercutido negativamente tanto al pequeño comercio y a la restauración como a nuestro tiempo de ocio. En este último punto, extirpándonos de las actividades del tejido social como el entretenimiento y empujándonos a redefinir y reformular alternativas.
Uno de los casos más significativos es el de las vacaciones, encontrando como principal eje restrictivo la masificación que conlleva. Los confinamientos perimetrales han surgido con el fin de concedernos cierta movilidad dentro de nuestra comarca, región o municipio, pero ha situado el viaje vacacional en un estadio algo más inalcanzable. Sin embargo, existen vías como las que proporciona Espai Nautic para hallar en las próximas vacaciones de 2021 alguna posibilidad. A su vez, enfatizando el alquiler de barcos como una opción segura frente a los contagios por estar alejado de las masificaciones vacacionales.
La navegación como refugio
Al revisar nuestro catálogo de opciones de viaje, seguramente descubriremos que prácticamente toda posibilidad queda anulada bajo la precaución del virus. Es posible que, a pesar de que haya pasado todo un año, no podamos concurrir ciertos lugares a causa de su masificación. Tomando como ejemplo monumentos históricos, las zonas urbanas e incluso rurales de otros países o incluso eventos festivos. Sin embargo, la amplitud marítima nos proporciona una tregua que, ya sea a causa del aforo que admite un barco o la distancia social que permite su terreno líquido, no está de más tener en cuenta para planear unas increíbles vacaciones.
Además, el alquiler de barcos es una opción rentable, ya que, a pesar de que no tengamos el placer de ser propietarios de uno, podemos disfrutar de sus ventajas a lo largo de la costa. Por ello, Espai Nautic, empresa dedicada a los barcos en Valencia, proporciona un servicio de alquiler de barcos con o sin patrón, pudiendo elegir el barco que más nos convenga y la zona de navegación. Una opción eficaz contra los contagios y con la que podemos contar para organizar una travesía tanto en verano como en Semana Santa. Y, sin lugar a dudas, una experiencia positiva que nos hará enfrontar la vida con otros ojos.
El mar como catarsis y liberación
La navegación como actividad de recreo no es una actividad limitada a la pesca o al mero placer que induce su exclusivo ambiente. Durante los últimos meses, sobre todo a causa de la distancia social, el impacto psicológico de la pandemia ha causado a todos estragos de los que es preciso librarse para seguir adelante. Asimismo, la cuarentena que nos ha confinado en el hogar ha avivado en nuestro instinto la necesidad de vivir al aire libre. Una atmósfera que hoy, y tras esa anécdota, valoramos con mucha más intensidad que antaño y que podemos abrazar cómodamente de proa a popa.
La conexión del ser humano con el mar va mucho más allá de la alimentación o de la voluntad de refrescarse cuando el calor aprieta. El océano, uno de los engranajes poéticos más sobrerrepresentados, es también un espacio catártico y curiosamente íntimo. Su insondable grandeza nos sitúa en perspectiva frente a lo que somos, frente a cuanto hemos vivido, y consigue esclarecer las sombras de nuestra memoria. Se trata de una escenografía de liberación y sentimiento que podemos explotar para respirar de nuevo aquella libertad innata, hoy sustraída de nuestros horizontes, pero que empresas como Espai Nautic retrotraen con sumo compromiso y profesionalidad.
El capricho que merecemos
Con el propósito de hacer más grata la experiencia, y adaptándose a las necesidades de cada usuario, Espai Nautic concede la posibilidad de escoger patrón de navegación o navegar por nosotros mismos. Si no poseemos conocimientos para llevar un barco, la opción de navegar con un patrón profesional de embarcaciones de recreo nos facilita la inmersión en el onirismo oceánico. Pudiendo olvidarnos de ciertos aspectos técnicos y centrándonos en disfrutar del momento con absoluta seguridad.
No obstante, y a fin de preservar el orden, sí será responsabilidad nuestra responder a otros quehaceres como la limpieza o la comida. Al fin y al cabo, la vida sobre un barco, aunque sea por un breve periodo de tiempo, es también un fuerte anclaje en el espíritu de comunión del ser humano. No sólo por cuanto se refiere a disfrutar en familia o entre amigos deslizándonos sobre la piel del agua, sino también en relación a la distribución de tareas y, en definitiva, el sentimiento de hermandad que existe en todos nosotros.
En otro punto, navegar en un barco de alquiler puede ser también un empujón para quienes se plantean comprar un barco, servicio también proporcionado por Espai Nautic. De este modo, podremos reafirmar nuestra intención disfrutando de sus ventajas de primera mano, aunque también deberemos tener en cuenta aspectos que atañen tanto a su mantenimiento, presupuesto o zonas portuarias. Y, aunque en un principio ello pueda vaticinar una importante suma, la realidad es que se trata de una inversión de futuro. Una inversión en nosotros mismos, en nuestras fortalezas y pasiones, y que, indiscutiblemente, merecemos tras este largo tiempo lejos del mar.
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