La responsable del área municipal de Urbanismo, María Rodrigo, ha explicado en una carta remitida a miembros del PSOE de Huesca algunos pormenores del proyecto en el que fundamenta su actuación en el antiguo Seminario Conciliar. De acuerdo con este documento, al que ha tenido acceso la Plataforma para la Defensa del Patrimonio de Huesca, no se ha redactado un proyecto constructivo para el conjunto monumental. “No existe un proyecto con una imagen final de edificio, no existe proyecto alguno de ningún edificio pseudomoderno o de ningún tipo, solo existen unas infografías que representan un edificio, diseñado con más o menos imaginación o gusto por parte de su autor, siempre habrá gustos para todos, para que nos hagamos idea de cómo sería independizar del conjunto total las diferentes estructuras”. Para la Plataforma “una planificación de esta índole es inconcebible y desastrosa. Sin proyecto constructivo, ¿qué justificación tienen los derribos previstos?”.
Responsables técnicos de la Plataforma entienden que esta explicación de María Rodrigo, en la que se habla de “gustos” y no de “criterios”, echa por tierra los planes urbanísticos municipales para el Seminario. “Es asombroso, insólito –señalan– que se pretenda destruir el 45% de las estructuras del Seminario para acomodar el inmueble a una infografía. Cuando se proyecta un derribo en el casco antiguo, zona protegida, hay que tener un proyecto constructivo, así lo señala el PERI y así lo determinan las más elementales reglas y exigencias profesionales. Ni Patrimonio, ni el propio Ayuntamiento aprobarían semejante plan si lo propusiera cualquier promotor privado o público”.
El documento firmado por la responsable municipal considera que el fin patrimonial justifica los medios destructivos de que se valdrá el Ayuntamiento. «Lo interesante de este proyecto –dice Rodrigo– es el fin último, cómo del entorno, poniendo en valor las partes que tienen un valor patrimonial, histórico y arqueológico, como ejemplo ese parque arqueológico abierto a la ciudadanía que planteamos hacer, abriendo un espacio completamente desconocido para los vecinos y vecinas de Huesca”. La farragosa redacción, sostienen técnicos conservacionistas, “trata de avalar la idea central y única que contempla el Ayuntamiento, la demolición de estructuras históricas y la oferta de asombrosas entelequias arqueológicas”.
«Insisto –abunda María Rodrigo en su escrito–, no existe proyecto, se encargará su proyección y diseño a continuación de la liberación de espacios y que nos va a permitir desmontar manualmente la estructura que parece ser la más moderna y que no parece que revista importancia arqueológica, no obstante, el desmontaje será manual, tal y como nos indica la resolución de la directora general, para que si nos encontramos con alguna estructura (ojala!!!!), podamos sumarla al parque arqueológico y la podamos poner en valor y mostrarla a la ciudadanía”. “Para mí –remata la concejala de Urbanismo– lo único con valor de las diferentes infografías sería el poner en valor como quedaría ese espacio libre, verde, el parque arqueológico, entre los edificios, que pretendemos recuperar, junto a un paseo ‘espejo’ del paseo de la muralla”.
Es preciso señalar, sentencia la Plataforma, que el Seminario nunca ha acogido una zona verde, que la ciudad no necesita un “paseo espejo” de la muralla y mucho menos un parque arqueológico concebido como un fin en sí mismo a costa de la destrucción de un conjunto histórico. “No tiene justificación eliminar edificios para recrear un parque arqueológico”, reiteran miembros de Osce Biella, asociación adscrita a la Plataforma. “En el casco ya tenemos ejemplos de parques con restos arqueológicos que son ruinas, como el de la calle Zarandia o el de la calle Artiga, no queremos más solares en el barrio”.
Los arqueólogos consideran que “dejar una moldura de ventana, integrada en el jardín junto a un sillar romano o un muro medieval, es una barbaridad. Un elemento arquitectónico por muy bello que sea, cobra su significado histórico si somos capaces de comprender el edificio al que perteneció, es decir, integrado en el mismo. Hoy contamos con técnicas museográficas para explicarlo. Lo otro, la exposición de piedras rodeadas de verde es como darse un paseo por el interior de IKEA”.
Especialistas en historia del arte, arqueología y arquitectos adscritos a la entidad patrimonialista consideran que todo el escrito de la responsable municipal de Urbanismo subraya el hecho de una “inexplicable e incontrovertible destrucción de riqueza patrimonial”, además de revelar una “preocupante confusión de términos” y un “injustificable incumplimiento del artículo 43 de la Ley de Patrimonio”, que señala que las remodelaciones urbanas de conjuntos históricos solo serán admisibles cuando impliquen una mejora de las relaciones con el entorno territorial o urbano o eviten los usos degradantes para el propio conjunto, “y en modo alguno estamos ante este supuesto”.
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