Los diferentes planes urbanísticos ponen en peligro parte del complejo constructivo del seminario de Huesca, con un indudable valor histórico, arquitectónico y también sentimental para la ciudadanía. La iglesia de la Santa Cruz, dos de sus fachadas y el porticado de uno de los claustros están declarados Bienes de Interés Cultural, pero el resto del conjunto no tiene protección ninguna. El Ayuntamiento de Huesca, la Diputación Provincial y la Universidad de Zaragoza pretenden comenzar de modo inminente las obras de demolición de esas áreas.
Por estos motivos, el seminario conciliar de Huesca acaba de ser incluido en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra (www.listarojapatrimonio.org) y que recoge cerca de 900 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato.
El actual complejo constructivo del antiguo seminario conciliar está formado por 14 edificios, 5 patios, 19 fachadas y 16.000 m2 construidos. Un verdadero conjunto monumental de gran entidad y de gran valor histórico y patrimonial.
La iglesia de Santa Cruz ocupa el espacio central del complejo del seminario, con zonas ajardinadas a ambos lados. Posee una planta rectangular en cinco tramos y
presbiterio, con un diseño espacial unitario. El presbiterio se ha diseñado en hemiciclo, con sacristía y trastero a un lado y a otro del semicírculo y dos tribunas con
doble acceso. El material utilizado es el cemento armado con paneles de ladrillo caravista por el exterior, enlucido también por dentro. A ambos lados de la nave hay ventanas rectangulares que proporcionan abundante iluminación.
En su interior aparece la cabecera muy modificada, de traza poligonal en la actualidad, cubierta con bóveda de lunetos, al igual que los tramos de la nave probablemente del siglo XVII o XVIII. Esta fue fundada en 1098, en sustitución del oratorio o mezquita de las dependencias de la Zuda, y adscrita a la Abadía de Montearagón. A pesar de su sencillez es muy relevante, ya que se trata de la primera construcción cristiana tras la conquista de la ciudad.
Tras el Concilio de Trento se fundó el Colegio Mayor de Santa Cruz, vinculado a la Universidad y con carácter de Seminario Conciliar. Para poder acogerlo se adaptó el edificio de las antiguas Casas de Montearagón con su iglesia de Santa Cruz, de la que toma la titularidad. Su fachada es de traza mudéjar y diseño lineal plano, toda ella de fábrica de ladrillo, algo raro en Huesca debido a la escasa incidencia de este estilo en la ciudad.
A finales del siglo XVIII, el obispo Cayetano de la Peña decidió reformar y ampliar el edificio para acoger la nueva función del Seminario. De ella, el edificio creció en una planta y se construyó la escalera principal que todavía se conserva. En 1883 se amplió el Seminario Mayor con el segundo patio porticado y dos plantas de altura con muros de carga de 60 cm a 90 cm y pilastras de ladrillo cara vista.
Se puede decir que el Seminario Conciliar representa, como pocos ejemplos constructivos, el compendio de la historia ciudadana desde el siglo XI, en tiempos del rey Pedro I. Además, alberga la iglesia de Santa Cruz, la más antigua de Huesca y ha ido creciendo a partir de la Zuda musulmana junto con el Abadiado de Montearagón.
En 1809, durante la Guerra de la Independencia y según varias fuentes, fue utilizado como cuartel y hospital militar para las tropas de José Bonaparte. Tras la guerra, el Seminario retomó con normalidad su función de colegio mayor universitario hasta 1830 cuando elaboró su primer plan de estudios propio, independientemente de la Universidad. Sin embargo, cinco años después perdió su base económica a causa de la desamortización y terminó cerrando. Asimismo, se clausuró nuevamente en 1854 durante el bienio progresista y en 1868 con la Revolución Gloriosa; volviendo a la normalidad en 1875 con el obispo Onaindía y su “Colegio de estudiantes pobres”, momento de mayor esplendor del Seminario, llegando a contar con 300 seminaristas.
En 1902, el edificio sufrió un incendio que se inició en el cuarto de luces situado debajo de la escalera. Con la Segunda República, siguiendo la lógica laicista del momento, el número de seminaristas descendió; así como la Guerra Civil dejó maltrecho el edificio debido a las baterías artilleras republicanas. Tras el fin del conflicto se construyó un nuevo módulo contiguo al anterior, de igual traza y conformando el chaflán limitado por la Plaza de la Universidad y la calle General Alsina.
Con los años y tras dejar de tener utilidad como centro de formación de seminaristas, mantuvo varios usos. Alojó aulas del Colegio Alto Aragón, un centro de enseñanzas medias formado a modo de consorcio por los centros de titularidad religiosa de la ciudad, y fue sede de la Escuela Superior de Turismo de Huesca desde septiembre de 1979 hasta el 2 de noviembre de 1995. Además, durante algunos años fue utilizado como residencia sacerdotal para presbíteros. No obstante, desde ese momento permanece cerrado.
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