La portavoz del Partido Aragonés en el Consejo comarcal de Sobrarbe y vocal de la Comisión Ejecutiva del PAR, Raquel Giménez, ha defendido “la necesidad de mantener una permanente prioridad y apuesta por la conservación del territorio y el desarrollo rural, en beneficio de los vecinos de nuestros municipios, ante los grandes proyectos de energías renovables que han sido planteados”. Asimismo, Giménez ha incidido en que “se tiene que ordenar y regular estas iniciativas para que resulten realmente sostenibles y hay que hacerlo desde la planificación de la vertebración del territorio y los estudios de impacto ambiental y también desde el respeto territorial además de social, es decir, siempre contando con el acuerdo de los habitantes de nuestros pueblos”.
La portavoz comarcal del PAR en Sobrarbe ha resaltado que “éstos son los criterios que aplica el Partido Aragonés y aquí, estamos en contra de grandes instalaciones que condicionarían actividades y realidades que garantizan la vida en estos municipios, como la agroganadería, el entorno y medio natural, el turismo de naturaleza y cultura… sin asegurar a cambio ni un equilibrio con esa vida ni alternativas mejores que supongan favorecer y facilitar el asentamiento y permanencia de la población, conservando nuestros valores”.
Raquel Giménez ha añadido que “sin duda, las energías limpias renovables son el futuro imprescindible y estamos decididos a impulsarlas en general porque, además, Aragón tiene ante sí una oportunidad para generar desarrollo a partir de la producción y abastecimiento desde estas fuentes de energía. Sin embargo, es evidente que hay municipios y comarcas donde acogen con expectativa estos grandes proyectos y en otras, como el Sobrarbe, por la magnitud y requisitos de los que han sido presentados y tal como están previstos, son de difícil compatibilidad y no obtienen el factor más importante: el consenso y apoyo de las gentes de la zona”.
“La sostenibilidad -ha explicado la portavoz del PAR de Sobrarbe– exige atender el presente y el futuro de quienes aquí vivimos y queremos seguir viviendo, afrontar inversiones y mejoras con esa orientación, adecuar la implantación de infraestructuras a las características propias de nuestra comarca y a favor de sus habitantes. No es lo mismo diez hectáreas que 200, ni es igual el llano que la montaña. No tiene sentido que hace unas décadas, se levantaran presas y saltos eléctricos a golpe de imposición; que más recientemente, se dictaran limitaciones medioambientales sin que hayamos alcanzado aún las compensaciones equivalentes y que, ahora, nos encontremos ante una ocupación del espacio y del paisaje que hemos preservado”.
“Por todo ello, hace falta -ha concluido Giménez- que los informes ambientales en la DGA y el ejercicio de las competencias del Estado para los mayores parques de renovables, tengan en cuenta todas estas circunstancias y convicciones, que comparten los sobrarbenses y en especial, en La Fueva y Palo, que han sido objeto de los proyectos en trámite”.
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