Saber qué regalar a los más pequeños de casa puede parecer sencillo en apariencia, pero es bastante más complejo y complicado cuando empiezas a explorar a fondo. Hay que tener en cuenta gustos, tendencias, lo que está de moda y lo que no; pero, sobre todo, hay que tener en cuenta la edad del pequeño y qué le atrae.
Dar con los mejores juguetes para nuestros peques puede ser difícil, pero es muy importante saber cuáles son los mejores juguetes para ellos en base a su edad. ¿Por qué? Porque jugar es otra forma de aprender y desarrollarse. A través de lo lúdico podemos no solo pasarlo bien, también adquirir nuevos conocimientos, crecer como personas e incluso descubrir cosas que se nos dan bien. Todo eso, y mucho más, depende de algo tan simple como puede llegar a ser un juguete.
¿Y cómo elijo el juguete adecuado para mis hijos?
Como hemos mencionado, dar con la mejor selección de juguetes para un niño no es fácil. Aunque sí que puede serlo si se conocen ciertas pautas a seguir y recomendaciones de profesionales. Si no quiere perder tiempo comparando o devanándose los sesos en busca del juguete y regalo perfecto de estas u otras navidades, o incluso de cumpleaños u otras celebraciones, descubra los mejores consejos aquí mismo.
Hemos recopilado los mejores consejos para que siempre se tenga a mano la mejor selección de juguetes por edades y por gustos. Una guía útil para todo padre y/o madre que esté a la caza de regalos y se preocupe por no solo acertar, sino también dar a sus pequeños el juguete que mejor encaje con ellos tanto en diversión como en enseñanza:
Entre 1 y 3 años
A estas edades, la clave son los juguetes educativos. Durante los primeros años de vida, los niños empiezan a construir los cimientos de su futuro aprendizaje, y para ello no hay nada mejor que construirla a base de jugar. Por eso mismo, estos años son perfectos para que experimenten con puzles sencillos, para que empiecen a familiarizarse con los cuentos o todo aquello que dé alas a su creatividad.
También es buena época para regalar cosas que les inviten a realizar ejercicio físico o a construir. Todo suma, y todo funciona en los primeros años de vida, así que se debe aprovechar.
Entre 3 y 5 años
Durante esta etapa, la curiosidad se dispara todavía más en los niños. Eso es algo que encaja con puzles algo más complicados y los instrumentos creativos que tengan efectos más llamativos. Ejemplos como rotuladores con purpurina, plastilina, ceras de colores y otras alternativas van muy bien para tener una idea de este tipo de regalos.
Por otra parte, también es aconsejable recurrir a juegos de mesa fáciles o incluso libros con muchas imágenes, repletos de ilustraciones y color. Por supuesto, el ejercicio físico y los juguetes que lo incentiven siguen siendo recomendables.
Entre 6 y 8 años
En este tramo de edad es cuando los niños disfrutan más con la actividad física, su «fase torbellino». Ni que decir tiene que regalos como unos patines, una bicicleta, un monopatín, un par de balones, zapatillas nuevas o cualquier otro accesorio deportivo funcionan. Obviamente, es necesario dar con el deporte o la actividad con la que más disfruten para alinearse con ello, pero lo cierto es que no es nada difícil acertar.
Si les gusta la tecnología, que empiecen a trastear cámaras de fotos o de vídeo puede ser útil. Modelos muy económicos cuentan con funciones orientadas a peques, con filtros y otras opciones que les ayudarán a seguir explorando su lado más creativo.
Preadolescentes
Son las edades más complicadas, desde luego, porque son además aquellas en las que más sale a relucir el carácter y las ganas de confrontamiento de los hijos; pero también son edades en las que siguen funcionando juguetes que ya no lo parecen tanto. Propuestas como sets de experimentos, algunos LEGO más complejos y de sus películas o personajes favoritos, libros de los influencers que siguen… Estas son las ideas que más sirven.
Siguen teniendo un toque constructivo, sin renunciar a lo lúdico y al obsequio. Puede que sea algo más complicado, pero se siguen teniendo opciones de sobra que explorar.
Cómo afecta un juguete a un niño
¿Tanto afecta un regalo, un juguete, a un niño o niña? Lo cierto es que sí. Sobre todo en las edades más tempranas, el juego se convierte en una de las actividades más importantes para nuestros hijos. De hecho, existen muchos juguetes pensados por y para desarrollar habilidades concretas. Para empezar, son algo que estimula el aprendizaje infantil y, al mismo tiempo, ayuda a desarrollar toda clase de habilidades motoras y la capacidad visual y espacial de nuestros retoños.
Por otra parte, desarrollan la coordinación, el equilibrio y la maduración de varias funciones mentales. La comprensión, la adaptación a los entornos y la asimilación se desarrollan con mucha más facilidad con los juguetes y actividades adecuadas. También, y aunque pueda resultar obvio, el juego es algo que ayuda a mejorar la confianza de los niños en ellos mismos. ¿Por qué? Porque, mientras juegan con sus juguetes, son el centro de la actividad, son los protagonistas y son quienes dictan el ritmo y lo que se hace.
Eso, cuando se combina con actividades algo más complejas o con otros niños, lleva también a fomentar la socialización y mejorar el control de emociones. Los niños aprenden a interactuar entre ellos, descubren lo que puede ser la frustración, la cooperación, la sensación de victoria o algo tan simple como la empatía. Lo experimentan, lo desarrollan e incluso empiezan a aprender a gestionarlo. Algo absolutamente esencial de cara a su futuro.
Hay mucho más por mencionar, como gestionar problemas cotidianos y desarrollar la resolución de conflictos, asimilar nuevos conceptos o, simplemente, adquirir conocimientos de cultura general. Los frentes son casi infinitos, pero todos dejan claro que el juguete correcto en las manos adecuadas puede ser una herramienta constructiva imparable.
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