Imagen: https://www.angelguinda.com/

Hoy quería terminar una reseña del libro de un amigo titulado “Poemas de ocasión”. Tenía seleccionados estos versos:

Por
si
la noche
no pudiera
estrenarse
en sueños
en mis párpados
dibujaré
tu nombre[i].

Quería hablar del antiguo sentido del verbo ‘recordar’, que en otros tiempos significó ‘despertar’,  al hilo de estos otros:

No tendríamos sueños
sin recuerdos,
no los del testamento de la tribu
sino aquellos que medioentendemos[ii].

Pero entonces me interrumpió con su llamada otro amigo, José Luis Gracia Mosteo, y por él lo supe: “Sólo veinte segundos, para decirte que se nos fue Ángel Guinda”. Y recordé: que apenas dos días antes hablábamos de él Jesús y yo, entre libros; que a primeros de enero aprovechamos la ocasión de recordar varios de sus poemas –recitándolos, cantándolos, bailándolos– en el acto que hicimos por el Día de las Letras Aragonesas con Elena y con Carlos, con Anita; que otra vez tuvimos muy presentes, estos últimos días, las palabras de aliento que nos dedicó cuando tanto las necesitábamos, como las necesitamos de nuevo ahora Pilar, Antonio, Mari, Elena, Chusé y yo:

Votar es señalar, elegir, pero también descartar.

No votéis para restar, votad para sumar.

En vuestra candidatura está la razón abrazada al corazón.

Merecéis el apoyo de los mejores, de los más comprometidos

con el bien, con el afecto, con la felicidad.

Contad con mi apoyo, os admiro.

Porque hoy se nos ha ido un amigo común, o sea, de todos, pues todos le quisimos, en Madrid, sábado 29, San Valero.

[i] Jesús del Real Amado: Poemas de ocasión. Mahalta ediciones, 2021:19

[ii] Ibídem 2021:6