Sonia Alastruey, coordinadora de CHA-Uesca, y candidata a la Alcaldía, considera que “la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, que prohíbe la demolición parcial o total del Seminario es un triunfo de los oscenses y la ciudad de Huesca frente a la sinrazón de quienes impulsan un proyecto agresivo y poco respetuoso con nuestro patrimonio y nuestra herencia histórica”.
Alastruey felicita de forma especial a la “Plataforma para la Defensa del Patrimonio de Huesca”, “que ha demostrado una vez más la importancia del tejido asociativo, en este caso, para hacer frente a la falta de sensibilidad con nuestro patrimonio de los grupos municipales del ayuntamiento de Huesca, de la Diputación provincial de Huesca, de la Universidad de Zaragoza y de quienes han callado o mirado hacia otro lado ante la presión del poder”.
Nos alegramos también especialmente de que el TSJA haya considerado que la fianza de 800.000 euros, solicitada por el Ayuntamiento en el recurso es desproporcionada, no viendo perjuicio alguno dado que se permite intervenir en el inmueble para cumplir con la obligación de acometer las operaciones de mantenimiento precisas, “y es que parece que el único interés del Alcalde Luis Felipe es acallar las voces críticas y tener las manos libres para demoler casi la mitad del edificio del Seminario”, ha afirmado Alastruey.
“Desde CHA no entendemos el empecinamiento en impulsar una intervención tan poco respetuosa con el patrimonio de nuestra ciudad, que pretende demoler casi la mitad de la superficie edificada, datada en los siglos XVI y XIX, cuando lo conveniente sería una rehabilitación integral sin que parte de este patrimonio sea derribado, por lo que pedimos al Alcalde de Huesca y a los grupos municipales, que recapaciten y renuncien a semejante sinrazón”, afirma Sonia Alastruey.
“Desde CHA consideramos que el esfuerzo de todas las administraciones debe ir dirigido a que los 9.000 metros cuadrados del edificio del antiguo Seminario, su totalidad, sean rehabilitados, y recuperados para que deje de ser un edificio vacío, dando vida a este espacio y poniéndolo en valor al servicio de nuestro casco antiguo, la ciudad en general y sus gentes”, ha concluido Alastruey.
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