Tras el anuncio del director general de medio natural, Alfonso Calvo, la Asociación «Amigos de la Carrasca de Lecina» ha denunciado la retirada de 250.000 de fondos europeos destinados a Lecina dentro de espacios protegidos y zonas de alto riesgo de despoblación.

En un comunicado bajo el lema «Lecina y su carrasca: premiada en Europa, elogiada en España e ignorada en Aragón» la asociación ha mostrado su descontento con esta decisión y lamentan que  el anterior Director General, José Antonio Bayona, no les haya proporcionado los 250.000 euros que les prometió.

Esta partida estaba destinada a la estructura de un centro de visitantes dentro del programa 5332 de Espacios Naturales Protegidos, «estaba encriptada en una partida mayor que el señor Bayona reiteradamente se negó a desglosar y a registrar a nombre propio en los presupuestos», explica la asociación y añade que «desde esta asociación presionamos en varios frentes sin  conseguirlo y ahora vemos las consecuencias».

Con todo, agrega, «nació la esperanza, el ayuntamiento cedió el terreno que se solicitaba, el propio Director General señor Bayona lo presentó a los medios de comunicación y lo mismo en el patronato del Parque Natural de Guara. Simultáneamente, el ayuntamiento licitaba las obras para un centro social que supliera las faltas de servicio de restauración».

Tanto el centro social como el centro de visitantes eran «las piezas estratégicas» necesarias para reflotar el territorio.

Poco tiempo después, «el anterior Director General no quiso afianzarlo y el actual lo ha ignorado: fondos europeos para luchar contra la despoblación que no llegan justo a donde su necesidad es más palpable y su eficacia esta garantizada».

Asociación vecinal «Amigos de la Carrasca de Lecina»

La asociación surgió para contribuir a la recuperación del municipio. Desde la misma, esperan que los responsables políticos actuales comprendan el problema y las consecuencias de la decisión tomada.

Para ello, desde la asociación trataran de exponer los datos y detalles necesarios para que rectifiquen su decisión. De no ser así, añaden,  «intentaremos elevar la voz llevando nuestra agonía a las Cortes u otras instituciones».