Sobre las 11 horas del día 13 de enero pasado, una patrulla del destacamento de tráfico de Huesca observó circulando por la autovía A-23 a la altura del km. 352, en término municipal de Almudévar, un turismo que llevaba un evidente exceso de peso en su maletero, por lo que procedió a darle el alto.
Una vez inspeccionado el vehículo comprobaron que en el interior del maletero portaba numerosos sacos de caracoles, por lo que dio aviso al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Huesca, los cuales en el marco de la Operación LIMARCO iniciaron las gestiones correspondientes para determinar la procedencia de los caracoles, dado que carecían de etiquetado, guía sanitaria, ni albarán de compra, pese a que el conductor del vehículo aseguraba haberlos adquirido en un criadero legalizado, lo cual tras gestiones por la patrulla de Seprona resultó ser falso, por el Seprona de Huesca se continúan las investigaciones para determinar posibles irregularidades sanitarias y fiscales en dicho criadero.
Por lo relatado se procedió a la incautación de 300 kgs de caracoles, que podrían haber alcanzado un valor de entre 2500 y 3000 euros, dado que el precio medio de venta está en unos 8 euros el kilo.
Tras pasar aviso a los inspectores del Servicio de Salud Pública de la D.G.A. e inspeccionar los caracoles, fueron declarados no aptos para el consumo humano y remitidos para destrucción a un centro autorizado.
Por los hechos expuestos se procedió a formular 9 denuncias administrativa ante el Servicio Provincial de Agricultura, Ganadería y Medioambiente, 3 a la Ley General de Sanidad, 2 al Real Decreto de etiquetado de alimentos, 2 al Real Decreto de trasnporte de mercancías perecederas y otras 2 por no expedir factura ni reclamar IVA.
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