“Esta casa es una ruina” se puede aplicar a la situación actual de la UD Barbastro, colista y descendido de categoría cuando faltan diez partidos para finalizar la Liga. Carlos García, gerente del club, ha convocado asamblea extraordinaria para el jueves próximo, a las 20 horas, en el Centro de Congresos, con la intención de “contar la realidad” a los socios y según sus palabras “tirar de la manta” porque está “harto de las deudas heredadas que han abocado a embargos cautelares por importe de 10.800 € de facturas que no son de esta etapa pero hay que pagarlas, sin contar otras”, señaló García.
El gerente anunciará su intención de no seguir la temporada próxima en Primera Regional Preferente porque “la situación del Barbastro es insostenible por las deudas acumuladas y facturas que, por lo visto, tienen que llegar. En la práctica, mi deuda es con jugadores de la temporada pasada y de la actual pero se han pagado de anteriores. La situación es mala en todo, deportivo, económico y hasta en lo social”.
Según manifestó García, “en estos momentos amortizamos cerca de 2.000 € de diferentes deudas, además de los embargos por sentencia directa del Jugado derivada de facturas pendientes de pago a la empresa de autobuses. En esta situación llegaremos al final de temporada con muchos apuros pero la continuidad es insostenible”. Los recursos, en buena medida, salen “de bolsillos particulares” y en lo deportivo reconoce que “juegan en el Barbastro porque quieren pero la actitud del equipo es mejor que en la primera etapa del proyecto, fallido”.
Por si fuera poco, se suma la situación deportiva, “desastrosa y con problemas por denuncias de supuestas alineaciones indebidas. La sanción de Cuarte (1-1), pérdida de puntos y 1.000 euros, la recurrimos porque la Aragonesa tiene una interpretación diferente de la Española. Ahora se suma el recurso del Caspe por alineación de Aarón, no tiene sentido porque podía jugar y estamos tranquilos”.
Respecto a la reclamación del entrenador Jorge Gimenez, “quiere cobrar pero se marchó del club por decisión propia, es una renuncia voluntaria porque se ausentó del trabajo, no le hemos dado de baja ni ha firmado la renuncia, ha pedido que le paguemos la mitad de sus emolumentos, así que hablaremos en busca de soluciones porque, mientras, no se puede inscribir al entrenador nuevo, Xavi Pérez. En realidad es el Colegio de Entrenadores quien presiona más”.
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