Mientras ven la luz dos nuevos títulos de la Colección Félix de Azara, la Diputación Provincial de Huesca convoca una nueva edición de estos premios medioambientales “que alcanzan su mayoría edad”, así lo ha manifestado hoy el Presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Antonio Cosculluela, quien se remontaba al inicio de estos premios “cuando se quiso poner de realce la importancia que tienen los recursos naturales para nuestra provincia y ahora –continuaba- es grato ver que esa percepción es compartida por muchos”. Para la XVIII de los Premios Félix de Azara se mantiene la dotación global de los últimos años, que asciende a 35.000 euros, y el plazo para presentar los trabajos está abierto hasta el 31 de octubre.
Más de 1.200 trabajos diferentes componen la historia de estos premios que se han consolidado como “un referente de la investigación y divulgación del medio ambiente”, ha afirmado Antonio Cosculluela, junto al que han estado los autores de las últimas publicaciones editadas con las ayudas Félix de Azara, Inma Ferrer y José Vicente Fernández, y el diputado de Promoción, Desarrollo y Medio Ambiente de la DPH, Javier Betorz, que hace referencia al objetivo de la convocatoria “que no es otro que seguir trabajando para proteger el medio ambiente y difundir un mensaje de conciliación con la naturaleza que tenemos más cerca”, al igual que hace dos siglos hiciera el naturalista altoaragonés Félix de Azara. La fotografía Corzo, de Jorge Ruiz del Olmo, ganadaora el año pasado del Premio Internacional de Fotografía ‘David Gómez Samitier’ es la imagen este año de la convocatoria.
Centros de enseñanza primaria y secundaria, medios de comunicación social, entidades sin ánimo de lucro, empresas y fotógrafos aficionados o profesionales podrán optar a uno de estos premios siempre que sus trabajos se centren en la difusión de la importancia del cuidado del medio ambiente. Los trabajos que pueden optar a estos premios deben realizarse entre el 1 de noviembre de 2014 y el 31 de octubre de 2015, fecha de finalización del plazo de entrega. Además cada categoría tiene sus condiciones específicas, que se pueden consultar en la convocatoria oficial de los premios, que se encuentra en la página www.dphuesca.es/felixdeazara.
Además, se otorgarán un máximo de dos becas de investigación para proyectos relacionados con el medio ambiente en la provincia de Huesca o bien con la figura de Félix de Azara, y también dos proyectos editoriales podrán recibir una de las ayudas a la edición, como es el caso de las dos publicaciones que hoy se han presentado: Rosas de Aragón y tierras vecinas y Ontiñena, de secano a regadío.
La primera, Rosas de Aragón y tierras vecinas, es una obra de divulgación científica dirigida a profesionales y aficionados a las plantas y a la naturaleza en general. El libro describe distintos aspectos de los rosales que pueden encontrarse espontáneamente o asilvestrados y “ha permitido la clasificación botánica de las especies de Aragón, que son también las del conjunto del país”, como ha subrayado Antonio Cosculluela a la hora de presentar este trabajo. En España y en este terreno, solo existía el trabajo publicado por el bilbilitano Carlos Vicioso hace más de 50 años.
Esta publicación sintetiza lo que el profesor Pedro Montserrat ha estudiado en la última década desde el Instituto Pirenaico de Ecología, en Jaca. Hoy José Vicente Fernández, coautor junto al primero y a Daniel Gómez y Manuel Bernal, ha explicado que se gestó cuando el propio Montserrat se dio cuenta de que quedaba mucho por decir al respecto porque “las rosas silvestres, gabarderas en Aragón, parecen siempre la misma, pero bien miradas y estudiadas hay 17 especies que se encuentran de manera natural y 3 que se asilvestran en las cercanías de algunos pueblos”, ha detallado. Aparte de su valor documental, esta edición destaca por la abundante iconografía original que aporta y fotografías de las especies vegetales y de los ambientes donde viven.
Como ha quedado patente en el acto celebrado en la DPH, las rosas silvestres tienen una gran notoriedad en el paisaje aragonés y juegan un papel ecológico muy notable en sus ecosistemas. Además, muestran destacados valores estéticos y han sido la base del cultivo de los rosales ornamentales que constituyen el grupo de plantas de mayor valor comercial en el planeta. De cada una de las especies el libro ofrece una ficha, con su mapa de distribución, sus características morfológicas y un apartado final en el que se resumen las características de las rosas en la paisaje y se incide, según Fernández, “en que queda aún trabajo por hacer, sobre todo con respecto a esas rosas que no queda clara su ubicación, lo que llamamos híbridos”.
Ontiñena, de secano a regadío, el libro que ha editado Inma Ferrer y que también pasa a formar parte de la Colección Félix de Azara de temas ambientales, lo calificaba el Presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Antonio Cosculluela, como una “crónica de la transformación de la vida rural desde finales del siglo XIX hasta la actualidad”, pasando por la mecanización del campo, sus consecuencias y, a día de hoy, el futuro de la población con el proyecto de riegos Monegros II. La autora ha querido enfatizar hoy la “cultura en canalizar, captar y conservar el agua” donde “el calendario estaba regido por las actividades agrícolas y ganaderas”. Para captar el interés del lector, la autora ha utilizado dichos y cuentos populares, historias reales y refranes, relacionados con el tema agrícola y ganadero.
Inma Ferrer también ha aludido a la perfecta distribución entre pasos de ganado, cañada real y tierras, normas entre pastores, ganaderos trashumantes y labradores, todo acompañado en las páginas de esta publicación por fotografías, documentos y toponimia del lugar. En ellas se describe la lucha diaria de hombres y mujeres para conseguir el agua, la autoconstrucción de balsas que son obras de ingeniería, junto a mases y corrales de piedra para el ganado. Según esta aprendiz de escritora y enamorada de su pueblo, Ontiñena, como ella misma dice, “urge poner en valor lo vivido por nuestros antecesores y así demostraremos haber aprendido”.
Publicadas las bases para participar
Al igual que anteriores ediciones en la convocatoria se establecen tanto premios como becas y ayudas a la edición. En el primer apartado es donde se encuentran los Premios Escolares, en la que pueden participar todos los centros altoaragoneses de primaria y secundaria con trabajos que hayan sido realizados durante el curso 2014-2015 y que aborden temas ambientales de actualidad, valorándose especialmente los trabajos que se desarrollen con una metodología científica y que utilicen medios como la fotografía, el vídeo o los soportes digitales. En la categoría de Medios de Comunicación Social pueden optar al premio todos los medios, tengan o no sede en la provincia, o personas físicas vinculadas a ellas, con trabajos centrados en el medio ambiente de la provincia o en la figura de Félix de Azara.
En la de Entidades sin ánimo de lucro se engloban todas las organizaciones o asociaciones vecinales o cualquier tipo de entidad, patronato o fundación sin ánimo de lucro, que lleve a cabo una labor en beneficio de la mejora del medio ambiente en cualquier entidad local de la provincia.
La categoría de Empresa está destinada a aquellos proyectos en favor de la preservación y difusión de los valores medioambientales, con la búsqueda de una gestión empresarial sostenible mediante la aplicación de medidas de prevención de la contaminación, reducción del impacto ambiental, desarrollo de tecnologías de producción, mejora del entorno… También podrán ser premiadas las labores destinadas a la formación, educación y sensibilización medioambiental. Unas de las condiciones que deben cumplir estos proyectos es el no tener carácter lucrativo y que la actividad propuesta se desarrolle en el territorio altoaragonés.
Al Premio Internacional de Fotografía David Gómez Samitier, que es uno de las de mayor participación, pueden presentarse fotógrafos aficionados o profesionales con imágenes que versen sobre la naturaleza, el medio rural y sus gentes.
Además de las cinco categorías de premios, se conceden cada año becas de investigación para proyectos relacionados con el medio ambiente en la provincia de Huesca, y ayudas a la edición, como es el caso de las dos presentadas en el día de hoy, y a las que pueden concurrir proyectos de editores o autores.
En cada edición se entrega también un galardón con el mismo nombre, que representa la máxima insignia medioambiental de la DPH. Algunos de los galardonados a lo largo de la historia que empezaba con Santiago Pena en el año 1996 han sido entidades como la Fundación Once, que lo recibió en la pasada edición, o el Geoparque del Sobrarbe, en 2013.
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