El pasado sábado 30 de mayo, Cáritas Diocesana Barbastro – Monzón cerró la campaña «Una sola familia humana, alimentos para todos» con la ascensión al macizo de El Turbón y lectura en la cima de un manifiesto. En esta actividad participaron un grupo de voluntarios y trabajadores procedentes de Monzón, Barbastro y Tamarite.
Manifiesto
EL TURBÓN 2492 mts
Encaramados en esta cima emblemática, vigía de las comarcas de Ribagorza y Sobrabe; lugar mágico donde los haya, con surgencias de aguas medicinales y donde las brujas, en noches de luna llena, celebran sus aquelarres.
Hermanado de Cotiella y Peña Montañesa, en este prepirineo de nuestra querida tierra se alza altivo, majestuoso y gallardo, el Castillo de Turbón.
Hasta èl hemos llegado, un grupo de amigos, de voluntarios y de trabajadores de Cáritas Diocesana de Barbastro-Monzón, para gritar a los cuatro vientos que otro mundo es posible, que hoy hay alimentos para todos, que somos una sola familia habitantes de esta aldea global llamada tierra y que nos negamos a que sigan muriendo miles de personas por la inadecuada distribución de la riquezas ante la indiferencia de quienes hemos tenido la suerte de ver la luz a este lado de la frontera.
Decimos BASTA ya de injusticias:
-Por el precio que marcan a los alimentos básicos los mercados internacionales y las multinacionales.
-Por el acaparamiento de tierras, de aguas y de semillas, en detrimento de sus únicos y verdaderos dueños, los indígenas y los propietarios de pequeñas parcelas, que son expulsados y obligados a emigrar a las grandes urbes para mendigar en los basureros.
-Por el despilfarro de comida, por los millones de toneladas que acaban en los contenedores de basura, mientras hermanos nuestros mueren de hambre y nosotros somos esclavos de dietas de adelgazamiento.
-Por la destrucción de las cosechas para mantener unos precios “interesantes” en los mercados para los accionistas de los grandes grupos alimentarios.
-Por nuestra indiferencia ante el vecino que ha consumido el subsidio de desempleo, que ya no tiene derecho a pagas de inserción y malvive buscando un mendrugo de pan en los contenedores de basura.
-Pedimos a todos los gobiernos, que dejen de mirar hacia otro lado y vean el sufrimiento de sus ciudadanos, de sus vecinos, de todos los hombres.
-Y le pedimos al Dios de la Vida, que nos de fuerzas para continuar trabajando a favor de los invisibles, de nuestros hermanos más necesitados.
-Por esto y por otras muchas razones gritamos que somos UNA SOLA FAMILIA HUMANA, ALIMENTOS PARA TODOS.
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