A las ocho de la tarde del domingo los paseantes de los Mercados del Mundo, en Sallent de Gállego, comenzaban a acercarse al escenario, donde estaba a punto de salir el argentino Facundo Salgado para presentar su proyecto instrumental Rumbo Tumba. Comenzó el concierto tocando el siku —una zampoña con dos hileras de tubos unidas— introduciendo en el aire los sonidos andinos que flotarían por el Valle de Tena durante toda su actuación. Solo en el escenario, el multiinstrumentista tocó —además del siku— el charango y el contrabajo. Como un auténtico hombre-orquesta, utilizó el loop-station para grabar las secuencias que tocaba en tiempo real y repetirlas en loop, haciéndolas aparecer y desaparecer con un pedal, sobre una base rítmica grabada previamente en directo con la caja de ritmos. La mezcla es sorprendente y crea unos ambientes voladores, como demostró la interpretación de ‘Chuflay’. Hizo un repaso a los temas de sus dos EP publicados: Groove Andina (2012) y Cable Tierra (2015). Instrumentos autóctonos y digitales que crean un movimiento que invita a balancearse, donde tradición y modernidad se complementan. Firmes grooves de bajo, sintetizadores y baterías electrónicas conviven con el embrujo sonoro del charango y el siku.
Tras Rumbo Tumba le llegó el turno a Los Macuano. El trío mexicano salió al escenario a preparar su set sin complejos ni aires de grandeza frente a los asistentes, concentrados en cablear sus ordenadores y aparataje electrónico para dejarlo todo a punto. Sobre las 21:30 de la noche Los Macuanos, procedentes de la ciudad fronteriza de Tijuana, comenzaron con su propuesta post-post-nortec vestidos de negro, con el que simbolizan un luto en su nación. El ‘nortec’ es un género que mezcla la música norteña de México con el techno, de ahí su nombre. Pero el proyecto de Los Macuanos va mucho más allá. Generan una atmósfera sonora psicodélica y siniestra sobre la que repiten frases o palabras con efectos que transforman la voz en un grave tenebroso. Frases o palabras como “el soldado sin cara”, “desastre”, “violencia”, se repiten como si hablaran los fantasmas o los espíritus de una tierra inquietante. Ellos también han definido su música como ‘ruidosón’ y, no en vano, utilizan muchos ruidos en sus composiciones. Ruidos que no son musicales, como en el caso de ‘El metralleta’, que incorpora sonidos de disparos, sirenas o coches. Su música se combina con la proyección de imágenes que muestran fotos antiguas en blanco y negro mezcladas con imágenes de bosques invernales, cruces, calaveras o fiestas juveniles. El resultado es una atmósfera tenebrosa y siniestra. Los Macuanos está compuesto por Moisés Horta, Moisés López y Rubén A. Torres y su obra puede escucharse en internet en diferentes compilaciones, aunque su fuerte son los directos. Al despedirse entre los aplausos del público, no falto un “¡Viva México!” como no podía ser de otra manera.
Así concluyó el segundo fin de semana del XXIV Festival Internacional de las Culturas Pirineos Sur, organizado por Diputación de Huesca. Pero todavía queda una semana de festival. Y la frontera musical entre los sonidos orgánicos y electrónicos volverá a ser protagonista el próximo martes 28 de julio, cuando los británicos Addictive TV presenten su espectáculo ‘Orchestra of Samples’ en el que mezclan en directo grabaciones realizadas a más de cien músicos de todo el planeta, realizadas a lo largo de cuatro años. La música continúa.
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