Trabajar conjuntamente para que se mantenga la presencia de las guarniciones de los municipios de Huesca y Jaca es el objetivo que se han marcado los alcaldes de ambas ciudades -Luis Felipe y Juan Manuel Ramón, respectivamente- en la reunión que han mantenido este fin de semana con los representantes parlamentarios socialistas de la provincia oscense, el senador José María Becana y el diputado Víctor Morlán.
En este encuentro en la sede del partido, ambos alcaldes han planteado la necesidad de unir fuerzas en las iniciativas, propuestas y acciones que se deben emprender con el fin de lograr la consolidación de las plazas militares de Jaca y de Huesca. También han definido una estrategia común encaminada a que ambas ciudades mantengan o incrementen su peso específico en el mapa de acuartelamientos y tropas militares. Los socialistas también han incidido en que ninguno de los dos cambios se justifica por una mayor eficacia y operatividad de las fuerzas armadas en nuestro territorio.
Las primeras acciones en este ámbito van a ser las de conseguir aclaraciones sobre las intenciones del actual Gobierno de España con respecto a las guarniciones de ambos municipios, que en el caso de Jaca ya ha sufrido la pérdida de la Jefatura de las Tropas de Montaña.
El propósito de los alcaldes, arropados por los representantes socialistas del Congreso y del Senado, miembros ambos de las respectivas comisiones de Defensa, consiste en que ambas ciudades no pierdan su carácter ni su perfil como municipios que acogen una buena parte del personal militar y civil de los centros del Ejército que se establecen en el territorio aragonés y los integran en la vida ciudadana, formando ya parte histórica de sus paisajes urbanos.
La desaparición o la pérdida de efectivos de los centros militares de Jaca o de Huesca, supondría un grave perjuicio para la economía cotidiana de ambas localidades, causando serios deterioros en su tejido social y económico y en sus ámbitos comarcales.
Tanto Luis Felipe como Juan Manuel Ramón sostienen que sus ciudades deben defender ese carácter histórico como municipios en los que el Ejército juega un papel importante, involucrándose con total normalidad en la vida ciudadana, aportando un valor añadido en numerosas y variadas actividades sociales y en beneficio de ambas localidades altoaragonesas y de sus ciudadanos.
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