En nuestro quehacer cotidiano nos ocupamos de prevenir en consumos de drogas y atender, orientar y acompañar a las personas que sufren trastornos relacionados con las adicciones. Es un trabajo que implica tanto a la persona que lo padece como a sus familias y a la sociedad en general.
Es por ello importante pronunciarnos ante el fenómeno de las adicciones como un tema de interés para toda la población. Tenemos que fomentar la prevención desde la reflexión y proponer acciones que nos competen a cada uno de los implicados (instituciones públicas, privadas, escuela, familia, sociedad en general, etc.).
Enfrentándonos al fenómeno de las adicciones hemos visto su evolución y su transformación en relación con las condiciones sociales, al desarrollo de las creencias y nuevas formas de vivir la realidad.
Este último año nos hemos visto embargados por el tema de la pandemia del COVID lo que ha revolucionado las formas de relacionarnos, el uso de las tecnologías de comunicación y también ha influido en el fenómeno de las adicciones. En este caso nos estamos enfrentando a las nuevas formas de consumir drogas, al abuso de las nuevas tecnologías y la aparición más frecuente del juego patológico (ludopatía).
La dinámica de su evolución nos lleva a reflexionar sobre el papel de la familia en la prevención. Según el informe de adicciones comportamentales 2020 el 64,2% de la población de 15 a 64 años han jugado con dinero en los últimos 12 meses. La mayor parte de las apuestas se han realizado desde casa y nos preocupan especialmente los jóvenes que son los que más tiempo han estado conectado a internet. Es por ello importante recordar que quienes ponemos los limites sobre el uso de las tecnologías somos los adultos sobre todo padres y madres. Los que tenemos que establecer criterios para un buen uso de las tecnologías a los más jóvenes somos la familia.
Por todo lo anterior, proponemos que es importante trabajar en conjunto para prevenir las adicciones haciendo énfasis en no banalizar el peligro de los juegos online y recordar que un día como hoy se celebra para crear conciencia sobre el importante problema que las drogas ilícitas representan para la sociedad, así como para recordar que combatir las adicciones supone un reto colectivo que inicia en los entornos que influyen en la persona y que empieza en la familia.
Mención especial en este día para aquellas personas y colectivos vulnerables y con dificultades de acceso a los recursos de tratamiento. Desde 2005 inicia una línea específica de incorporación de la perspectiva de género en la atención terapéutica de las personas con problemas de drogodependencias. Las mujeres con adicciones ya sean con o sin sustancia, sufren una doble penalización social y moral (se las juzga por ser mujeres consumidoras o con problemas de adicción) que dificultan su acceso a los tratamientos. Esta doble penalización redunda en una falta de apoyo del entorno social inmediato (familia incluida), a la par que provoca que oculten su consumo y por tanto tarden más tiempo en pedir ayuda/hacerlo público. Estos dos factores dificultan que puedan acceder en igualdad de condiciones a servicios y/ o tratamientos relacionados con las adicciones. Desde el Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca y la Fundación Cruz Blanca estamos comprometidos con todo ello, y nos sumamos e impulsamos la campaña “Hablemos de drogas. La información salva vidas” en la ciudad de Huesca con la instalación de mesas de prevención en los Porches de Galicia a lo largo de la mañana del día 25 de Junio.
Durante la jornada personal técnico y voluntariado de ambas entidades facilitaron la reflexión del impacto que puede tener el consumo indebido de sustancias o la dependencia en nuestro día a día, acciones comunes que pueden repercutir en la vida de cualquier persona.
A las 11 horas se procedió a la lectura del manifiesto por el salesiano Josan Montull, acompañados de otras instituciones como la S.D. Huesca que se suman a esta campaña.
Leave a Reply