La Diputación de Huesca es ya la titular de la propiedad del monasterio de La Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes, ubicado en los Monegros, en el término municipal de Sariñena. Los primeros contactos entre los anteriores propietarios y la Diputación Provincial tuvieron lugar a comienzos de diciembre y tras mantener reuniones con la familia propietaria y otros colectivos como la plataforma ‘Salvemos la Cartuja’, Apudepa, y de las instituciones comarcales y locales del territorio, este martes se ha firmado la compraventa de este monasterio cuya titularidad pasa de manos de la familia Bastaras a la Diputación de Huesca.
La firma de este martes la han llevado a cabo Antonio Cosculluela, como máximo responsable de la DPH, y Alberto Borrás y José María Palá, en nombre de la familia Bastaras. La firma ha tenido lugar ante presencia notarial y con la asistencia del secretario general de la DPH, Antonio Serrano, el abogado de la familia que vende el monasterio, Lorenzo Torrente, y otros técnicos y diputados provinciales que han participado en el proceso de estudio, análisis y valoración de La Cartuja, así como los que han llevado a cabo la tramitación de la adquisición por un importe íntegro de 261.945,52 euros.
Antonio Cosculluela ha destacado el valor arquitectónico y artístico de La Cartuja y ha recordado que “conocer la Cartuja ha sido un constante descubrimiento”. “Este proceso que hemos llevado a cabo desde la DPH ha sido y es un reto para esta institución”, ha añadido.
En su intervención tras la firma, en un acto que ha contado además con la entrega de las llaves de La Cartuja a la DPH, Antonio Cosculluela ha explicado que este cenobio se irá restaurando y ha añadido que es necesario primero elaborar y desarrollar un plan director. Para este año la DPH dispone en principio de una partida de 200.000 euros para llevar a cabo las actuaciones más urgentes consistentes en reparar la cubierta y frenar el deterioro que puede dañar las pinturas del monasterio.
Por su parte, Alberto Borras en nombre de la familia ha agradecido el esfuerzo y disposición que siempre ha encontrado por parte de la Diputación de Huesca. “Hemos encontrado una institución responsable y que hace un importante esfuerzo en su compromiso para mantener La Cartuja como elemento que puede contribuir a dinamizar la comarca y a generar economía tanto en los Monegros como en otras comarcas altoaragonesas”, ha dicho Alberto Borras.
Antonio Cosculluela ha insistido en que se trata “de un proyecto en el que se puede contar con la colaboración de todos ya que los usos que se le pueden dar y las acciones que se pueden llevar a cabo en La Cartuja son numerosas”.
La Cartuja Nuestra Señora de las Fuentes está ubicada en una finca de 58.340 metros cuadrados, de los cuales más de 15.400 son construidos. Data de comienzos del siglo XVI, de hecho figura como la primera fundación cartujana establecida en Aragón. Durante el siglo XVIII vivió su periodo de mayor esplendor y fruto de ello son las pinturas murales realizadas por fray Manuel Bayeu, que decoran más de 2.000 metros cuadrados en su interior.
Tras la desamortización de Mendizábal, La Cartuja pasó mediante venta a manos privadas. Primero tuvo su propiedad la familia Romeo Martínez de Bengoa, posteriormente el Banco Hipotecario de España, quien en 1896 vendió la propiedad a Mariano Bastaras Cavero, cuya familia ha tenido desde entonces la propiedad. En el año 2002 el Gobierno de Aragón otorgó la distinción de Bien de Interés Cultural a la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes.
Ante el avanzado estado deteriorado que presentaba, la familia Bastaras propuso al Gobierno de Aragón su adquisición y ante el desinterés manifiesto en los dos últimos años por éste, los herederos se dirigieron a la Diputación de Huesca. Hoy es la culminación de este proceso y se abren así las puertas al inicio de su rehabilitación.
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