La Diputación Provincial de Huesca continúa con el apoyo al sector trufero en la provincia con la concesión de 360.000 euros en ayudas al cultivo para mejorar las plantaciones con la instalación de sistemas de riego o bien para establecer otras nuevas y que se distribuyen entre una veintena de localidades de ocho comarcas diferentes. La subvención de la DPH será del 80 por ciento de los gastos.
Entre los más de cincuenta truficultores que se van a beneficiar de esta convocatoria, unos treinta realizarán mejoras en plantaciones ya existentes que se traducirán en una inversión de más de 200.000 euros. El resto será para nuevas parcelas, para lo que la institución provincial destina 190.000 euros que supondrán otros más de 237.000 euros para el sector.
Las ayudas se han adjudicado entre las más de 100 solicitudes presentadas, siguiendo una serie de criterios entre los que se ha tenido en cuenta, entre otras cuestiones, la superficie de las parcelas con plantas micorrizadas de Tuber Melanosporum, dando prioridad a aquellas que cuenten con entre una y cinco hectáreas, a continuación las que tienen entre 0,2 y una hectárea y, por último, las mayores de 5 hectáreas. La subvención es de hasta 20.000 euros por todos los conceptos y se tiene en cuenta la proporción de la superficie de la parcela, a razón de 2.500 euros por hectárea.
El mapa que queda tras resolver esta convocatoria se extiende a lo largo de gran parte del territorio, especialmente de la zona norte y prepirenaica. Las plantaciones que van a recibir alguna de estas ayudas para el fomento del cultivo de la trufa se ubican en poblaciones como Graus, Estopiñán del Castillo, Arén, Capella, Tolva, Perarrúa, Viacamp-Litera, La Puebla de Castro o Benabarre en La Ribagorza; Panzano, Siétamo o Loarre en la comarca de la Hoya de Huesca; Estadilla o Naval en el Somontano, Peralta de Calasanz en La Litera, Sabiñánigo en el Alto Gállego, Bárcabo en Sobrarbe y Fonz en el Cinca Medio.
La provincia de Huesca ha visto cómo ha aumentado la truficultura en la última década cuando tan solo unas 200 hectáreas de trufa estaban dedicadas a este cultivo, mientras que ahora se contabilizan más de 1.000.
Para la Diputación de Huesca esta es solo una forma de apoyar el sector de la trufa negra en la provincia ya que, además de las ayudas, se establecen otras líneas de actuación que contemplan la investigación a través del CIET, el fomento del consumo con la promoción de este hongo tan preciado en la vertiente gastronómica y la formación y especialización de los truficultores con diversos cursos de diferentes temáticas a lo largo del año. Actualmente se está preparando otro de estos cursos que tratará el tema del control de las plagas en las plantaciones y cuya realización está prevista para el mes de septiembre.
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