La última revisión del Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (SIGPAC) ha supuesto una nueva reducción de los coeficientes de pastoreo, es decir, del porcentaje de pasto válido para declarar en una parcela total. Esto supone que si una parcela de pastos de 100 hectáreas tiene un coeficiente de pastoreo del 20% aunque se pasten las 100 hectáreas solamente son válidas para declarar 20.
Este coeficiente sirve para corregir la presencia de roquedales, caminos, y áreas que no se pueden pastar. El problema surge en Aragón con las superficies de pastos con presencia de árboles, que según los reglamentos europeos no son válidas en que superen los 100 árboles por hectárea, algo que sucede con frecuencia en los pastos de nuestra provincia. Esta definición genera que muchos pastos oscenses, sobre todo los situados en las comarcas pirenaicas presenten un coeficiente de pastoreo muy pequeño, que no refleja la actividad de pastoreo que en ellos se realiza.
Esta disminución de los pastos que se pueden declarar genera una reducción de las ayudas de la Política Agrícola Común de las explotaciones ganaderas, tanto las relativas al primer pilar (pagos directos) como las del segundo pilar (agroambientales e indemnización compensatoria).
Estas zonas y estos sectores ganaderos son altamente dependientes de estas ayudas, con un porcentaje respecto de sus ingresos totales del 50%. Por tanto la pérdida de estas ayudas supone la desaparición de la ganadería extensiva en estas zonas.
Ahora bien, el reglamento europeo y el real decreto nacional permiten la definición de unas prácticas tradicionales de pastoreo, que aumenten este coeficiente de pastoreo y reflejen la realidad de una actividad ganadera, tradicional y demostrable en las superficies de pasto con elevada presencia de árboles.
Esta definición es facultad en el caso de España de las comunidades autónomas, por la tanto es el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón el que debe realizar esta definición. Desde Asaja Huesca pedimos a este Departamento que defina estas prácticas tradicionales, que los ganaderos oscenses llevan haciendo generación tras generación. Esta debe ser su postura este próximo jueves en la reunión de coordinación que van a mantener FEGA y comunidades autónomas en Madrid.
Cuentan con todo el apoyo y ofrecemos nuestra colaboración para una correcta definición que permita a nuestros ganaderos continuar con sus explotaciones. Caso de no darse esta posibilidad instamos al Gobierno de Aragón a establecer un plan de cierre de las explotaciones ganaderas extensivas, con la consiguiente pérdida económica, de puestos de trabajo, de producción de alimentos de alta calidad y pérdida ambiental.
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