Desde su fundación en 1992, SOS Racismo Aragón ha trabajado ininterrumpidamente por la erradicación de todo tipo de discriminación y segregación, en particular las que se llevan a cabo por el color de la piel, el origen o la cultura de una persona o de un colectivo. Todo ello sin desatender la faceta multicausal que en la mayoría de las ocasiones adopta la discriminación al aunarse los elementos anteriores a otros como las creencias religiosas o la diversidad afectivo- sexual, por ejemplo.
A pesar de las enormes dificultades -como ha ocurrido con la mayoría de la sociedad- en las que se desenvolvió la labor de SOS Racismo Aragón durante el año 2020 y de la drástica disminución de los recursos de la entidad, la Oficina de Información y Denuncias (su asesoría jurídica, en definitiva) permaneció abierta ininterrumpidamente y atendió de manera telemática en los momentos del confinamiento estricto.
La atención a los usuarios ha sido presencial, salvo durante los meses del Estado de Alarma (marzo-junio), donde se optó por una atención telefónica/telemática debido a la pandemia (atención telemática que se ha seguido ofreciendo posteriormente como alternativa a la presencial).
El trabajo desempeñado se centra, fundamentalmente, en ofrecer asesoramiento jurídico gratuito a personas que han sufrido discriminación étnica (haciendo un seguimiento individual de cada uno de los casos) y en ofrecer orientación en procedimientos de extranjería, así como acompañamiento cuando en estos procedimientos existe una discriminación “estructural”, que consiste en muchos de los casos en una interpretación restrictiva que continuamente pone bajo sospecha a las personas de origen extranjero.
Además, la perspectiva de género está incorporada en SOS Racismo Aragón de forma transversal: un alto porcentaje de las personas que acuden a la OID son mujeres, y aunque habitualmente sus consultas son similares a las formuladas por los hombres, el grado de vulnerabilidad que tienen las mujeres inmigrantes (violencia laboral, discriminación por sexo, etcétera) sigue siendo, por desgracia, superior al de los hombres.
En consecuencia, cuando tratamos con una persona que tiene la doble condición de mujer + inmigrante, prestamos especial atención a la hora de detectar elementos discriminatorios en el relato. A este respecto, las diferencias son especialmente patentes en el tema laboral, ya que muchas de las mujeres que acuden a nuestra asociación se dedican al empleo doméstico y acuden a SOS Racismo Aragón para informarse sobre sus derechos como empleadas de hogar o para denunciar situaciones de discriminación por parte de sus empleadores.
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