La consejera de Ciudadanía y Asuntos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, ha visitado esta mañana la residencia de ancianos de Monzón “Riosol” y el banco de alimentos de Cáritas Diocesana de Barbastro-Monzón.
La han acompañado la diputada provincial delegada de Derechos Sociales, Susana Blanes, el alcalde, Álvaro Burrell, la concejal de Asuntos Sociales, Alicia Moli, el de Servicios, David Escartín, el presidente de la Comarca, Miguel Aso, y el director de Cáritas, José Luis Escutia, entre otras autoridades.
Broto ha reafirmado el compromiso del Gobierno de Aragón “con una residencia de titularidad municipal que trabaja bien”. En este sentido, cabe indicar que de las 148 plazas de Riosol, 35 están concertadas con la Administración regional.
La consejera ha indicado que el gran reto es la “completa” aplicación de la Ley de la Dependencia, y ha aportado este dato: en la legislatura anterior perdían la prestación cinco personas cada día, y en la actual la ganan nueve cada día. Por otro lado, ha cuantificado en 25.000 las personas atendidas de un modo u otro por el Instituto Aragonés de Inserción “para que pueden vivir con un mínimo de dignidad”.
En el Banco de Alimentos de Cáritas ha indicad que “la coordinación entre el Gobierno y las instituciones que se dedican a atender a los más vulnerables es fundamental”, y ha querido “poner en valor” el trabajo de Cáritas y la fluidez de los cauces de comunicación con las diferentes administraciones.
El alcalde ha agradecido a Broto la visita (“la consejera baja al territorio y conoce de primera mano los equipamientos y los recursos”), y recordado que las administraciones locales necesitan ayuda de las superiores para cubrir los desajustes presupuestarios de servicios como la residencia.
Burrell ha resumido la relación con Cáritas en una frase: “Ante cualquier problema de tipo asistencial a personas vulnerables, los interlocutores hemos hablado y tomado una decisión en cinco minutos”.
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