¿Está haciendo la vista gorda el alcalde de Aínsa-Sobrarbe, Enrique Pueyo, como responsable de urbanismo ante las irregularidades detectadas en la ejecución de una obra en la Ribera de Guaso? Esta es la pregunta que se plantea el grupo municipal Cambiar Aínsa tras detectar ciertas irregularidades en la ejecución de obra del proyecto de construcción de vivienda unifamiliar aislada, en Polígono 001, parcela 5 de Guaso. “En Cambiar Ainsa tenemos la mala costumbre de leernos los proyectos antes de aprobarlos y dimos el visto bueno al proyecto en el pleno en el cual se votó porque todo estaba en orden, aunque por aquel entonces ya dudábamos de la viabilidad de los servicios urbanísticos básicos recogidos en la memoria del proyecto”, destaca el portavoz de Cambiar Aínsa, Urko del Campo.
Las irregularidades detectadas por Cambiar Aínsa tienen que ver con la instalación de mangueras destinadas al abastecimiento de agua, ya que según las pesquisas del grupo de la oposición, los promotores no tienen permiso para el enganche a la red municipal de abastecimiento de agua, pues la ley les obliga a ser autosuficientes. Debido a esta situación, el portavoz de Cambiar Aínsa ha registrado una pregunta para que los servicios técnicos del Ayuntamiento emitan un informe al respecto de la situación. “Nos llamó a atención que estuvieran abriendo zanjas para pasar tubos, porque la ley establece que las viviendas de este tipo de proyectos deben ser autosuficientes, pero en el caso de la luz hemos averiguado que los promotores tienen permiso de la compañía eléctrica para conectarse a la red en una caseta de transformación cercana. En las inmediaciones de ese transformador se sitúa la red general de abastecimiento de agua y al cavar las zanjas aprovecharon para poner unas mangueras con banda azul, que se utilizan para el abastecimiento de agua. Pero para eso no tienen permiso y las han colocado más allá de su propiedad, dejando a la vista la manguera cerca de una arqueta de agua, lo que nos hace temer que la intención sea engancharse a la red si los responsables municipales hacen la vista gorda”, explica Del Campo.
El proyecto presentado por los promotores, que plantea una vivienda residencial situada en suelo no urbanizable, está obligado por las leyes urbanísticas en vigor a ser autosuficiente en materia de servicios. La memoria del proyecto presentado establece que la infraestructura de agua se realizará mediante 2 depósitos de agua de 4.000 litros y un grupo de presión, una situación que, según Del Campo, “puede conllevar una gran inversión anual en llenados de los depósitos si tenemos en cuenta que la media de consumo de agua está en torno a los 130 litros por persona y día, ya que con los 8.000 litros de los depósitos dos adultos tendrían agua durante un mes más o menos, para menos si tienen hijos”. De acuerdo con la normativa vigente actualmente, la única forma en la que un proyecto urbanístico en suelo rústico puede acceder legalmente a la red de abastecimiento es si va ligado a una explotación agro-ganadera, pero no es este caso, pues se trata de una vivienda residencial.
“En aquellas situaciones en las que las leyes supongan un perjuicio para el interés general, como pasó hace unos meses con la actuación del Ministerio de Fomento hacia varias actuaciones en el municipio, Cambiar Aínsa siempre peleará porque se puedan prestar los servicios. Sin embargo, en situaciones en las que las excepciones legales deban hacerse por el capricho de promotores particulares el Ayuntamiento nunca encontrará el apoyo de Cambiar Aínsa, porque cada cual debe ser consciente y responsable de las decisiones que toma, y nos consta que los promotores eran totalmente conscientes de la situación de su proyecto”, concluye el portavoz de Cambiar Aínsa, quien espera que los servicios técnicos o el alcalde den respuesta a esta situación en el pleno de febrero porque si no “se iniciarán otro tipo de medidas”.
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