La formación Cambiar Huesca dice basta ante las incesantes muertes de mujeres a consecuencia de la violencia machista que se han multiplicado en los últimos días. Desde el grupo se pide un mayor compromiso de la sociedad en la lucha contra esta lacra y la revisión urgente de la Ley contra la violencia de género, con una dotación presupuestaría suficiente, que demuestre que es una prioridad en la agenda de Gobierno.
En lo que va de año 16 han sido las mujeres asesinadas y en señal de repulsa esta tarde se vuelve a convocar la concentración contra “Violencias Machistas” en la plaza Concepción Arenal a las 18 horas organizada por el Colectivo Feminista.
Desde el grupo de Igualdad de Cambiar Huesca y tras dos meses totalmente desoladores por el aumento de las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas; tras los últimos cinco asesinatos producidos en un mismo día, “no nos cabe más que expresar nuestro horror y nuestro rechazo ante esta brutal violencia que no cesa”.
“Enviamos nuestra solidaridad con las víctimas y las familias y amistades de las mismas y expresamos nuestra más rotunda condena de estos delitos que deberían desaparecer para siempre de nuestra sociedad. Para que la violencia contra las mujeres desaparezca, debe haber un mayor compromiso de toda la sociedad, una expresión más contundente de su rechazo, una verdadera voluntad política de poner todos los medios para acabar con ella”, asegura Charo Ochoa.
Ochoa apostilla que “y en ese sentido, nos parece que más de un año de espera tras la Gran Manifestación del 7 de noviembre en Madrid en la que todo el Movimiento feminista exigía al Parlamento la revisión urgente tanto de la Ley del 2004 contra la Violencia de género, así como la reparación inmediata de todos los recortes económicos que se han producido en los últimos años, es demasiado tiempo como para pensar que se está considerando un tema prioritario en las agendas políticas”.
“Hechos, No palabras” reclamaban las sufragistas. “Hechos, no palabras” es lo que necesitamos como sociedad para arrinconar definitivamente una de las lacras sociales más vergonzantes.
“Ni una más. Ni una menos”
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