La residencia de usuarios con positivo en coronavirus en la localidad turolense de Gea de Albarracín finalizó ayer su misión asistencial tras tres meses atendiendo a las personas más vulnerables que contrajeron la COVID-19.
Cruz Blanca, que ha llevado la gestión de este centro asistencial por encargo del Gobierno de Aragón, deja la residencia con un sentimiento de gratitud hacia tantas empresas, asociaciones y entidades que han mostrado su lado más solidario ofreciendo materiales de protección sanitaria, servicios, voluntariado, productos, alimentos o donaciones económicas. Un agradecimiento que se plasma en la realización de un video que ya se puede ver en las redes sociales y que sirve también como testimonio del trabajo realizado durante la peor crisis sanitaria que se recuerdan en nuestro país en muchos años.
Durante esta crisis sanitaria, alrededor de 70 profesionales de Cruz Blanca han atendido a 52 usuarios, 40 mujeres y 12 hombres, todos ellos positivos de coronavirus y en su mayoría asintomáticos.
El personal asistencial ha estado formado por 7 médicos y 16 enfermeros, 32 auxiliares, 1 trabajadora social, 1 psicóloga, 1 oficial de mantenimiento y 1 auxiliar de mantenimiento, 9 operarios de limpieza, 2 voluntarios y 2 cocineros. El personal sanitario fue contratado por el Gobierno de Aragón Blanca y el resto de personal, por Cruz Blanca.
Desde Cruz Blanca se quiere agradecer especialmente la confianza dada en esta entidad por el Gobierno de Aragón para poder inaugurar esta residencia, construida por los hermanos franciscanos, y ponerla al servicio de las personas más necesitadas durante esta pandemia. Cabe apuntar que Cruz Blanca recibió a finales de marzo el encargo de su gestión y de realizar las tareas auxiliares en el día a día, mientras que el Gobierno regional se encargó de aportar el personal sanitario y material técnico necesario, un procedimiento que ha sido pionero en España y que se ha replicado en otras Comunidades Autónomas.
La residencia de Gea de Albarracín forma parte de la Federación Lares que agrupa a 1.000 residencias de personas mayores, en situación de discapacidad o en riesgo de exclusión social, por toda España, con 54.000 residentes y 35.000 profesionales.
El centro se levanta sobre un antiguo convento de monjas capuchinas que fue rehabilitado por los hermanos franciscanos de la Cruz Blanca con la finalidad de acoger a los usuarios más desfavorecidos de la sociedad. Las obras en este centro, para convertirlo en una residencia de 60 plazas, contaron con el apoyo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad que destinó más de 1 millón de euros para la financiación de los trabajos.
Cruz Blanca quiere agradecer el apoyo recibido durante esta crisis sanitaria de un nutrido número de empresas, asociaciones y entidades públicas que con su compromiso social han conseguido que los residentes y el personal asistencial hayan podido pasar estos tres meses en unas dignas condiciones. Las empresas que han colaborado son La Caixa Bank, Papelera Oscense, Tecmolde, Dkv, Grupo Covid 19 Huesca, Drolimsa, Fernando Sanagustín Biocidas ZIX, OX-CTA, Asociación Batas y Mandiles de María Muela, Residencia Internado Santa Emerenciana de Teruel, Laboral. Vestimos tu trabajo (Teruel), Fundación Carreras, Marta Masi Farmacia, Ayuntamiento de Alcolisa, con la Junta Local de Alcorisa AECC y Asociación Amas de Casa “El Cantal”, Programa de Voluntariado de aislados de Teruel, E BOCA, Pastelería Ascaso Huesca, Solymar (Delantales), Banco de Alimentos de Teruel, Dkv, PARDO y Mujeres de la Sierra de Albarracín.
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