El director de El Mundo desde hace un año, el periodista David Jiménez, ha sido el encargado de abrir el Congreso de Periodismo Digital de Huesca que se celebra desde hoy y hasta mañana y que reúne a 400 periodistas de España, Europa y América.
Precisamente su dimensión internacional ha sido destacada por el presidente de la Asociación de Periodistas de Aragón (APA), José Luis Trasobares, que considera que Huesca se ha convertido en «la referencia» para el periodismo a lo largo de estos años.
También lo ha asegurado uno de los galardonados de esta edición, el corresponsal y periodista multimedia vasco Mikel Ayestaran que ha recibido el premio José Miguel Porquet de periodismo digital. «Hace diez años me acusaron de que iba a matar la profesión por ser un hombre orquesta y ahora recibo este premio. Este es un premio al presente. ¿Y el futuro? El futuro es lo que sale de este congreso», señaló.
Tras las palabras de elogió a los periodistas y de compromiso con la verdad por parte del alcalde de Huesca Luis Felipe y la consejera de Ciencia e Innovación de la DGA, Pilar Alegría, llegó el turno de la ponencia inaugural a cargo del corresponsal barcelonés que desde hace un año se ha convertido en director de El Mundo, periódico en el que empezó como becario.
Jiménez echó mano de su etapa de corresponsal en Indonesia en el momento del tsunami que mató a 230.000 personas. Recordó cómo un periódico local de una ciudad en la que murieron 100.000 personas por el tsunami decidió levantarse desde sus cimientos para volver a salir a la calle «porque creíamos que en estos momentos tan trágicos los lectores nos necesitaban». Seis días después de que el tsunami destrozara la redacción y la imprenta, el periódico volvía a salir. «Cuando oigo a los periodistas quejarse de la situación económica en las que se ejerce el periodismo pienso en ese periódico local, Seranbi, cuyos redactores lo habían perdido todo pero estaban dispuestos a volver a empezar», señaló. «Pienso en ellos cuando oigo a los periodistas quejarse por las dificultades que ha pasado en el pasado. La prensa tradicional también hemos pasado nuestro tsunami. Hemos visto una crisis económica que nos ha golpeado duramente y la irrupción del escenario digital», afirmó Jiménez.
Sobre el tsunami digital, aseguró que «la mayoría de periodistas no veía a Internet como una oportunidad si no como una amenaza. Y yo era de la resistencia, porque era reportero y me irritaba que me pidieran que hiciera periodismo multimedia.
Lo cierto es que los conversos no tenemos medida. Existe la certeza de que la tecnología es un gran aliado, que sumarnos a la transformación digital ya no es opcional. En nuestro caso en El Mundo por primera vez el crecimiento de la publicidad digital compensa el descenso de la publicidad en papel. La publicidad sigue creciendo. Y el legado del papel no es un lastre si no un prestigio».
«la marca es una gran ventaja, pero ha dejado de ser una garantía de supervivencia»
Jimenez consideró que «la marca es una gran ventaja, pero ha dejado de ser una garantía de supervivencia» y se mostró convencido de que la competencia en lo digital contribuye a mejorar el periodismo más allá de ser una amenaza. «Los medios digitales son cada vez más y mejores y con el paso del tiempo su marca es reconocida, están adaptados al cambio, aprovechan los recursos y saben captar a las audiencias jóvenes. La insolencia de lo digital es lo que mejor le ha podido pasar a El Mundo. La competencia de medios digitales nos ha hecho mejores, nos ha obligado a mejorar. Los medios más tradicionales venimos de un negocio que hacía bandera de su inmovillismo. Los cambios han sido mejores, el cambio de mentalidad no tiene vuelta de hoja. Ahora las redacciones son laboratorios de innovación. Y sin embargo todavía hay compañeros que se aferran a esos cambios y se aferran a la nostalgia de que cualquier momento pasado fue mejor».
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