Ya son varias las veces que el diputado Jesús Guerrero sale a la palestra, bien sea en las Cortes de Aragón o en los medios regionales, exigiendo la mejora de la carretera que une Binaced y Binéfar por Valcarca así como su conexión con la A-1234 que va a Albalate de Cinca.
Es un diputado montisonense al que conozco y respeto pero al que diría, o sugeriría, en primer lugar, que lo fundamental que debería hacer el Gobierno de Aragón quizá fuera construir una báscula de pesaje de camiones y de emplazar a las fuerzas de seguridad que se encargan del tráfico para que seleccionaran y revisaran el peso de forma aleatoria a la multitud de camiones que pasan por esa carretera viniendo de una cantera- planta de áridos y casi siempre en dirección a Binéfar. Hace años ya pasaron por esta carretera miles de toneladas de áridos primero para la construcción de la variante de Binéfar, después para la autovía que viene de Lérida y actualmente para las obras del futuro matadero de Binéfar. Han sido miles de toneladas de gravas y muchas de ellas “en negro”, ya que los camiones llevaban sobrepeso, nadie los controlaba y servían para engordar, de “extraperlo”, las cuentas de beneficios de empresarios del transporte o de la construcción de carreteras y que evidentemente no hubiera habido nunca carretera alguna que hubiera podido soportar tan exagerado exceso de peso sin acabar destrozada.
La factura de estos destrozos siempre se reclama a los políticos de turno y debe ser dinero público el mejor remedio para pagar los excesos de algunos empresarios. Pero ya se sabe, la gran preocupación del partido PAR, al que pertenece el señor Guerrero, son los emprendedores, los que arriesgan su dinero para crear(su) riqueza, como si les fuera la vida en ello. Y también son enamorados de la colaboración público –privada o bien de las privatizaciones puras y duras. De triste recuerdo es, al menos para mí, los mega-proyectos privatizadores que el PAR lanzó , en este Departamento de carreteras en concreto de la mano del señor Ruspira, y de su plan RED de carreteras que acabó costándonos varios cientos de millones al presupuesto de este Departamento de carreteras para pagar las indemnizaciones a las empresas a las que su gobierno de coalición con el PSOE de Marcelino Iglesias adjudicó y a las que luego hubo que indemnizar al romperse el compromiso y no poder llevar a cabo la ejecución de esos contratos por falta de créditos bancarios para su financiación en los albores de la crisis.
De otros entuertos también podríamos hablar, como el plan de depuración de aguas residuales del señor Boné en pueblos turísticos del Pirineo y del resto de Aragón con creación de empresas destinadas fundamentalmente a cobrar impuestos por la gestión del agua sin llegar a construir sus costosas mega-depuradoras. Estos del PAR son muy amigos de lo “mega”. Acuérdense de su proyecto de mega –laboratorio y centro de compras de medicamentos centralizado en Zaragoza para atender todas las necesidades de los hospitales de Aragón. Movilizó a muchos directores de laboratorio de los hospitales del Salud y consiguieron echarlo abajo.
Hasta se presentó un rimbombante mega –proyecto de centro de vacaciones y casinos en pleno desierto de Monegros, metidos en la ola que se había iniciado en Madrid o Barcelona con inversiones millonarios de capital extranjero.
Y de todos estos “megas”, vinieron los consiguientes “lodos” que todavía estamos pagando con reducción, por ejemplo, del presupuesto de conservación de carreteras debido a tantas indemnizaciones y que tanto preocupa al señor Guerrero en su carretera Binaced –Valcarca.
Además, dentro de esas proverbiales tácticas oportunistas, se regocijaban los del PAR estas últimas semanas de la aprobación de sus enmiendas a los PGE, en medio del revuelo de la moción de censura que penalizó y echó fuera del gobierno de España a su socio, o sea, el PP de Rajoy y que dejó en evidencia a su otro antiguo socio, el PSOE, ya que sus diputados aragoneses en Madrid votaron en contra de dichas enmiendas. Parece que se olvidan que en años anteriores eran sus peperos socios quienes se encargaban de hacerles el vacío a tantas aspiraciones inversoras para Aragón y por eso el señor Aliaga (hace muy poco) se reunía enfadado con Rajoy amenazando con romper los pactos electorales de investidura.
Se jactan de haber hecho una jugada maestra, y esperen a ver cuando el gobierno socialista de la Nación se haga “el longuis” a la hora de gastar esos cientos de millones de más, destinados a las inacabables obras en infraestucturas carreteras de Aragón …
Señor Guerrero, se le agradece mucho su interés por denunciar desaguisados, pero mírese lo que han dejado atrás y tenga muy en cuenta aquel dicho en el que sonaban lastimosos los lamentos al afirmar … “De aquellos polvos …estos lodos”.
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