Uno delas lacras de la sociedad, sin duda, es la ludopatía la cual desestructura familias, y cambia la forma de ser del afectado, hasta el punto de poder perder la noción del tiempo y poner en entredicho todos sus bienes. Para ir limitando este problema e intentar erradicarlo, lo principal es la prevención. Con dichas actuaciones limitamos la caída de nuevas personas en las garras del juego, especialmente de menores. Cabe resaltar que cualquier forma de ocio es válida, el problema surge cuando el individuo en cuestión no mide hasta qué punto jugar por ocio, y lo convierte en una obsesión. Estos actos preventivos deben ser especialmente serios con los menores de edad.
Hoy en día no hay estadísticas, sí estimaciones – un 0,3% de la población española sofre de ludopatía, un 0,6% pertenece a la categoría de jugadores con tendencias problemáticas, y un 2,6% son jugadores con algún tipo de riesgo -, según informa el blog Tragaperrasweb.
En relación con esta parte de la población, se ha puesto a colación en un reciente debate en el parlamento aragonés, donde Mari Ángeles Júlvez, directora general de Justicia e Interior, argumenta que “la suma de medidas educativas, sanitarias, informativas y divulgativas son las que podrán crear un tejido lo suficientemente compacto, no solo con el juego con dinero, sino con el juego sin dinero, principal problema”. A tenor de sus pensamientos añade que “no produce una debacle económica, pero está detrayendo horas de estudio u otras alternativas de ocio más sanas”.
El problema de la ludopatía en los jóvenes cada vez tiene mayor incidencia sin duda en sus relaciones humanas. Actualmente, con las nuevas formas de apostar de juegos de azar online hay que ser más precavidos y aumentar la prevención para limitar el acceso a las apuestas por parte de personas que no hayan cumplido la mayoría de edad.
El resto de partidos políticos también expresan su preocupación por este aspecto, y el cariz que irá tomando en el futuro si no se toman las medidas adecuadas. Desde el PP su portavoz afirma que “la dinámica del juego ha cambiado desde el momento del juego online y la generalización de las apuestas deportivas”. Por su parte el grupo parlamentario de Podemos incide más en el problema y apostilla que “los locales se abren en zonas deprimidas social y económicamente”. “No hay distancia mínima entre locales de juego, apuestas y bingos. ¿Le parece lógico? A mí no. No tiene ningún sentido la restricción en compartimentos estancos”, añade.
Por último, Darío Villagrasa diputado del PSOE continúa con el debate y expresa que “es un tema que preocupa social y políticamente”. “Hay que contribuir a erradicar o minorar un problema que existe”, ha apostado. “Los controles estrictos en los establecimientos y los instrumentos para la auto prohibición han conseguido que se haya multiplicado por dos este ejercicio”, apostilla el parlamentario aragonés.
En definitiva, se ha detectado los fallos existentes entre dos agentes que cada vez están más interrelacionados, aunque no debería ser así: los juegos de azar y los menores de edad. Los responsables de que todo cumpla la legislación prevista deben tomar decisiones valientes para que la ludopatía no se extienda en la población, y limitar el uso de las plataformas online de apuestas a menores con controles más estrictos acerca de la correcta identificación del usuario al darse de alta en estas plataformas.
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