Con motivo del 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, Fundación DFA busca promover la visibilización y reivindicar las necesidades. Con el lema ‘Di Capacidad’ «se quiere destacar la capacidad como elemento definitorio de las personas», afirma Marta Valencia, presidenta de la fundación, «queremos que se nos juzgue por nuestras capacidades, que son muchas y diversas».
El cartel que ilustra este 3 de diciembre juega con la palabra ’discapacidad’ ya que, tachando la ‘s’, se obtiene el lema de la campaña: ‘Di capacidad’. Este cartel, titulado El lado positivo de la gente, es obra de un zaragozano, Isidro Gil, y fue la imagen ganadora del concurso ‘Buscamos imagen’ que lanza anualmente la fundación.
Además de visibilizar las capacidades del colectivo, este 3 de diciembre DFA quiere trasladar la importancia de seguir trabajando ‘con, por y para’ las personas con discapacidad, ya que todavía quedan pendientes muchas necesidades.
Con la situación de crisis sanitaria actual, toda la sociedad ha podido comprobar lo que supone no poder llevar a cabo actividades de la vida diaria: salir de tu domicilio, realizar actividades de ocio, practicar deportes, acudir a actividades culturales, hacer la compra, ir a bares y restaurantes… situaciones cotidianas que no se pueden hacer y que son una realidad en el día a día de muchas personas con discapacidad.
Desde las entidades de la discapacidad se ha reivindicado en numerosas ocasiones la dificultad de muchas personas para salir de sus casas o la existencia de barreras arquitectónicas que impiden el acceso al ocio o a la cultura.
Como esa campaña impulsada en 2018 por COCEMFE bajo el lema ‘Mi casa no es mi cárcel’ y que tan actual resulta ahora. Esta pandemia, y el haber vivido en primera persona esta situación, según Marta Valencia, «nos debería servir para tomar conciencia de la situación y que esa empatía nos ayude a construir una sociedad mejor y más inclusiva e igualitaria para todas las personas».
Por eso, esta campaña quiere visibilizar las diferentes barreras a las que todavía se enfrentan las personas con discapacidad. Barreras arquitectónicas, pero también las basadas en estereotipos. Ideas que ponen en duda las capacidades de las personas con discapacidad y provocan que todavía exista una menor tasa de actividad y una elevada cifra de desempleo dentro del colectivo, además de elevadas tasas de temporalidad y sueldos más bajos.
Tampoco se puede obviar la situación de las mujeres con discapacidad que sufren una discriminación interseccional por su condición de mujer, por su discapacidad y por otros factores, presentando mayores tasas de inactividad y precariedad tanto laboral como económica. Por eso, una de las principales reivindicaciones de este 3 de diciembre va dirigida a lograr la visibilización de las capacidades para mejorar la empleabilidad de las personas con discapacidad, lo que favorecerá su autonomía personal.
También se ha evidenciado la brecha digital que todavía existe entre las personas con discapacidad. En un momento en el que las tecnologías están ayudando a conectar a las personas, la alfabetización digital de las personas con discapacidad se erige como una necesidad urgente, para no dejar a nadie atrás.
Por eso, este 3 de diciembre se quiere luchar contra todas esas barreras sociales que impiden la inclusión de las personas con discapacidad y que generan discriminación y situaciones de injusticia social. Porque lograr la inclusión es tarea de todos y todas.
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