Este domingo se celebró el día de la familia del arciprestazgo Somontano – Sobrarbe. El acto tuvo lugar en la localidad de Siétamo, esta villa formada en torno al castillo del Conde Aranda del que solo quedan algunos vestigios de sus cimientos y que está situado en las proximidades de la sierra de guara en el somontano oscense.
A las once los vecinos de Siétamo nos recibieron en la plaza mayor a todos los feligreses que hasta allí nos desplazamos dándonos la bienvenida mientras volteaban las campanas. Al mediodía en la iglesia de San Vicente Mártir de finales del siglo XVI, se oficio la eucaristía presidida por el obispo de Huesca y Jaca, D. Julián Ruiz, acompañado por el párroco de la localidad Wilson Ascensio, el de la zona de Alquézar José María Cabrero y otros sacerdotes, diáconos y monaguillos.
La ceremonia fue muy solemne, se celebro la Ascensión del Señor, asistieron más de un centenar de fieles y fue cantada por el coro villa de Siétamo. En la homilía el obispo destacó el gran valor de la familia resumida en tres palabras: “perdón, permiso y gracias”, señalando que: “no existe la familia perfecta pero no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad y a los conflictos”. A continuación se realizó la ofrenda en la que entre otras cosas se llevaron licores de Colungo y repostería de Alquézar. La misa finalizó con la bendición del obispo y su salida en procesión hacia la abadía.
El patio de la escuela fue el lugar elegido para la comida. Se trata de un acto de fraternización en el que las familias con neveras y alforjas llevan su comida para compartirlas con las demás personas en medio de un ambiente de comunión y convivencia. Después de comer los vecinos de Siétamo nos enseñaron el pueblo y una exposición de trajes regionales a cargo de la asociación de mujeres en el local social. Con esta visita se dio por clausurada la jornada y sobre las seis de la tarde nos fuimos marchando con el recuerdo de haber pasado un buen día, haciendo amistad con otras personas de nuestra zona.
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