Para que la vida útil sea funcional a las necesidades, se debe procurar mantenerla en buenas condiciones y a continuación detallamos algunos ejemplos.
Algunas averías y problemas frecuentes suceden cuando los descuidos están a la orden del día.
Lo primero y esencial es comprobar la instalación. La nivelación es un factor sumamente importante para el ciclo de centrifugado. Si no hay un buen nivel, los tacos del motor se rompen antes de tiempo.
Las conexiones de agua no deben presentar pérdidas, tampoco las juntas. Solo las lavadoras de alta gama tienen a disposición un sistema de seguridad para las fugas. En el manual de instrucciones suelen apuntar cuáles son los puntos de la cañería más delicados.
El lavado con agua caliente, superior a los 40 grados centígrados no ayuda a prosperar la vida del artefacto. Más allá que en el manual diga que es viable, los expertos aseguran que las juntas y las cañerías plásticas sufren más desgaste con el tiempo y el calor. Además, de esta manera se optimiza el consumo energético en el hogar. Existen programas Eco, acoplados a los consejos del lavado a bajas temperaturas.
Una vez que los puntos anteriores están aprendidos y puestos en práctica, toca esperar y luego trabajar en el mantenimiento básico: esta rutina hará que las averías y los fallos se alejen cada vez más. Por ejemplo, antes de colocar las prendas a lavar se deben revisar para evitar que caigan metales, monedas, clips y demás elementos que puedas llegar hasta el motor.
La idea, luego de los lavados, es que el tambor quede lo más seco posible para que no se oxide con los años. No importa si el metal es acero inoxidable, hay aleaciones que no aguantan tanto como parecen. Un buen consejo es dejar la puerta ligeramente abierta para que se airee. Sacar los restos de jabón o detergente con un paño también ayuda en este punto, sobre todo el cajón del detergente y suavizante, se aconseja higienizarlo una vez al mes. Para ello puedes extraerlo y limpiarlo con agua y jabón.
En el caso que su lavadora fuera usada y tenga varios años sin realizarle dicha acción, se puede llamar a los especialistas en mantenimiento y reparación de lavadoras, que incluso lo solucionan el mismo día, aumentando la garantía de su artefacto.
Otro detalle, para nada menor, es la limpieza de los filtros de agua, normalmente ubicados en la parte trasera e inferior. Las pelusas, las hilachas y los elementos antes mencionados tienen como destino ese lugar.
La mayoría de las lavadoras traen el programa de auto-limpieza que ayuda a que el tambor se mantenga. En el caso de que su artefacto no lo posea, se puede lavar con agua calienta, superior a los 90 grados y un programa rápido. De esta manera las mangueras y el sistema interno de cañerías se lavan sin problemas.
Para evitar riesgos innecesarios la llave de paso se debe cerrar cuando la máquina está en desuso. También se podría desenchufar el aparato para evitar problemas eléctricos con las altas y bajas tensiones.
Poniendo en práctica estos tipos de consejos, sumado a la ayuda de los especialistas, debería tener un resultado óptimo en tu lavadora.
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