César Torres.
Buenos días. La última vez que conversamos nos preguntábamos si sabíamos leer y escribir: leer los recibos y contratos del banco y escribir una reclamación cuando te cobraban de más. Hoy día nos preguntamos si sabemos sumar y restar.
Pero, ¿sumar y restar bancos?
Bueno, ya sabemos que muchas oficinas bancarias han cerrado en Huesca, la mayoría casi sin despedirse, pero pensaba en que hemos terminado el 2014 y tal vez es un buen momento para hacer un balance sobre cómo ha ido nuestro dinero el año pasado y podemos preguntarnos si nuestra economía doméstica suma o resta cuando hablamos de nuestra relación con la banca. Por eso proponemos que este es el momento de pasarnos por el banco, imprimir en un cajero toooodo el movimiento de nuestra cuenta corriente del 2014, allí donde tenemos domiciliada la nómina, los recibos y todos los ingresos y gastos y sentarnos con una taza de café para revisar nuestras cuentas.
¿Y porque había que pasarse por el cajero?
Porque si imprimimos todo el movimiento del año, serán unas cuantas páginas, y de esta manera es mejor utilizar la tinta del cajero automático y no la de nuestra impresora de casa. Como sabes, Los cinco grandes de la banca, Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Popular, registraron un beneficio neto de 9.756 millones de euros en 2014, un 27% más de beneficios que el año pasado. Y como imagino que no todos nuestros oyentes han ganado un 27% más que el año pasado, lo menos que podemos hacer es utilizar la tinta del cajero automático, no?
¿Y qué podemos hacer con esa lista de ingresos y gastos?
Siempre que invitan a la asociación de consumidores a que demos alguna charla sobre economía doméstica, hay alguien entre el público que pregunta Cuál es el mejor banco, o el mejor banquero de España. Y nunca hemos tenido ninguna duda sobre la respuesta. El mejor banquero para nuestro dinero… es uno mismo. ¿Quién mejor que nosotros puede cuidar mejor nuestro dinero? Pero para eso se necesita saber exactamente en que gastamos el dinero. Probablemente ya sabemos cuánto ingresamos, pero a veces son los pequeños gastos, repetidos, los que crean vías de agua en nuestro presupuesto. Y de eso se trata: de averiguar a donde va nuestro dinero
Muy bien. Hemos impreso, con la tinta del cajero, todas nuestra cuentas. Nos hemos preparado un café y tenemos a mano un marcador grueso amarillo. ¿Por dónde empezamos?
La idea es revisar, de enero a diciembre, los números que reflejan, llamemosle, nuestra cuenta de resultados. Primero empezamos a marcar las comisiones y los gastos de mantenimiento de nuestra cuenta. Luego, marcaremos con otro color todos aquellos cobros que no entendamos en nuestra cuenta porque, si realmente es Nuestra cuenta, debemos entenderla perfectamente. Este es un excelente ejercicio de ayudamemoria, es decir, con este ejercicio de control lograremos visualizar el conjunto de los gastos más frecuentes que tenemos. Luego sumaremos todos los gastos que nos ha cobrado el banco a lo largo del año y nos preguntaremos Cómo podremos evitarlos en el futuro. También es necesario que exista transparencia en nuestra cuenta, es decir, que todos los cargos debemos entenderlos. Todo lo que no entendamos debemos preguntarlo tanto en la asociación de consumidores como en nuestra oficina bancaria. Si no podemos ingresar más dinero a lo largo del año, una forma de ahorrar es evitar gastos superfluos. Y con esto no digo que el banco sea un gasto superfluo sino que, por ejemplo, como todo el mundo sabe, las comisiones que nos cobra la entidad financiera son de libre negociación, y esto quiere decir que pueden cobrarse, o no cobrarse. Si hemos sumado todas las comisiones del año y nos parecen excesivas, siempre podemos decirle al banco que hay otros bancos en la ciudad que estarían encantados de que nos llevemos nuestra nomina con ellos, la temible competencia… salvo que nuestro banco nos deje de cobrar comisiones.
¿Y por qué mencionar nuestras nominas? Probablemente tenemos muchos más productos vinculados con el banco: tarjetas, recibos domésticos, pagos diversos…
Porque si te fijas en los documentos que el banco nos hace firmar, siempre las mejores bonificaciones se las lleva la domiciliación de la nómina. Normalmente por domiciliar la nómina nos dan un 0,20% de bonificación, y por el resto de productos o servicios contratados, un 0,05 o 0,10%%. Imagino que si el banco sabe que todos los meses le llevamos nuestro dinero, es como si nos convirtiéramos en sus prestamistas o inversores. Así el banco, con la seguridad que le llevamos nuestro dinero todos los meses, puede pedir prestado en el mercado interbancario para prestar a otros sabiendo que cuenta siempre con nuestro dinero. Por eso, lo mejor es negociar mejoras en nuestra cuenta argumentando en primer lugar que podemos llevarnos la nómina a la competencia si no nos dan cada vez mejores condiciones. Y si los grandes bancos han tenido el año pasado un 27% más de beneficios, ¿por qué los consumidores no vamos a beneficiarnos también?
Asociación de Consumidores
Red de Ahorradores e Inversores
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22004, Huesca
974 221043
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