El acceso al crédito en las sociedades modernas está considerado como una necesidad para mantener un estado de comodidad y seguridad. Para no alterar las condiciones de bienestar que se esperan de un país avanzado, las familias y las empresas deben tener la confianza de que el sistema económico ofrece soluciones para momentos puntuales en los que se necesita un préstamo con el que solventar un conflicto, una urgencia o una oportunidad de mejora.
El sistema social actual está basado, fundamentalmente, en un mecanismo capitalista, es decir, el capital, el dinero, es el motor que lo hace funcionar. Si este dinero amenaza con no llegar, si no se tienen posibilidades de recurrir a él por otras vías, además de por las tradicionales que ofrece el propio sistema productivo, todo puede llegar a detenerse y, posiblemente, iniciar un proceso de retroceso que avoque a una familia, a un profesional o a una empresa a una crisis económica de la que no pueda salir.
Hasta hace bien poco, el acceso al crédito estaba, en la mayoría de los casos, asegurado por el sistema financiero representado por los bancos tradicionales. Pero, a partir de las continuas crisis financieras, estas entidades adoptaron políticas muy restrictivas en este sentido. Los bancos aumentaron las condiciones y requisitos a reunir para conceder un préstamo, quedando fuera de estas ayudas la mayor parte de la población.
Las agencias de créditos online, la alternativa al préstamo bancario tradicional para las empresas
Un empresario o un emprendedor necesita contar con la seguridad de conseguir dinero rápidamente si llegara a ser necesario. Esta confianza ya no es posible depositarla en la banca tradicional, por lo que se deben buscar métodos alternativos que, afortunadamente, existen en Internet.
Las agencias de creditos online en el acto han llegado para que las pymes y profesionales sigan teniendo ese aval necesario que ofrezca garantías ante los socios, proveedores y clientes. Una entidad financiera digital es capaz de conceder préstamos inmediatos sin pasar por las duras pruebas y las muchas limitaciones que impone la banca de siempre.
Efectivamente, una entidad bancaria habitual ha elevado el nivel de condiciones para conceder préstamos hasta límites excesivos. Un banco se negará a prestar dinero si el solicitante no es cliente habitual y no ha sido capaz de llevar un recorrido financiero impecable, es decir, si ha faltado o se ha retrasado en algún pago de las deudas que haya contraído. Así mismo, tampoco dará el visto bueno si no se tiene un avalista solvente, propiedades que cumplan esta función o una nómina asegurada, y mucho menos si se está incluido en alguno de los listados de morosidad existentes (ASNEF, RAI…).
Por otro lado, estas entidades financieras siempre han sido muy lentas en lo que a la concesión del dinero se refiere. Su complicada burocracia hacía muy complicado que el capital solicitado llegara rápidamente a los peticionarios, en lo que, por regla general, el factor “urgente” suele estar presente. Con agencias de préstamos online en el acto, como Credy, el préstamo instantáneo es una realidad. Y es que todos los trámites se realizan online, sin desplazamientos a ninguna oficina física, rellenando un sencillo formulario y aportando una documentación muy básica. Si todo está en regla, la aprobación del crédito no tardará más de 15 minutos, ingresándose directamente en la cuenta bancaria aportada, pues otra de las ventajas que tiene este tipo de créditos es que no se necesita abrir una cuenta nueva para recibir el dinero.
Para qué es necesario un crédito rápido online
La utilidad de estos créditos está sobradamente comprobada. Es necesario para afrontar multitud de casos e imprevistos, tanto a nivel familiar como profesional. Y es que, estas entidades, no someterán al peticionario al temido tercer grado que sí efectúa la banca tradicional. Para estas agencias crediticias online no es importante el destino del dinero, lo mismo puede servir para pagar un impuesto que para costear unas merecidas vacaciones. Lo verdaderamente importante es que el solicitante posea un ingreso constante con el que poder pagar el préstamo. Pero, en la mayoría de los casos, dado su carácter de rapidez en la entrega, se suelen ofrecer pequeñas cantidades para solucionar imprevistos.
En términos de vida privada, se suelen utilizar para pagar facturas de los suministros básicos o llenar la nevera en meses especialmente complicados. Pero, también, para arreglar una avería imprevista del vehículo particular, adquirir un nuevo y necesario electrodoméstico o acometer una reforma en el hogar.
Por su parte, el profesional o la pequeña y mediana empresa suele recurrir a este tipo de crédito cuando las ventas no han llegado a los mínimos deseados y hay que pagar los suministros eléctricos, a los empleados y proveedores… para que la producción no se detenga y se pueda superar un bache puntual. Aunque, asimismo, es muy recurrente para aquellos empresarios que ven una oportunidad de inversión y necesitan liquidez rápida para adquirir una máquina para mejorar la producción, una cantidad de materia prima en oferta para almacenar, una participación en otra empresa…
Para los emprendedores, sin embargo, es vital. El dinero cuando se inicia un proyecto empresarial se va demasiado pronto y se necesita una continua financiación hasta que la organización comienza a producir por sí misma.
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