Coincidiendo con la recta final del año, llega a las librerías la tercera entrega del Almanaque de los Pirineos que recoge los hechos históricos más representativos ocurridos en la cordillera pirenaica durante la década que va de 1935 a 1945 y que este jueves ha dado a conocer su autor, Sergio Sánchez, junto a la responsable de Cultura de la DPH, Berta Fernández. Aunque no pretende ser un libro de historia, Berta Fernández ha hablado en la presentación del «carácter divulgativo» que refleja cómo eramos en un pasado reciente.
La época que abarca es convulsa para el país al tratarse de los años de la Guerra Civil española y de la II Guerra Mundial donde el Alto Aragón y los Pirineos tuvieron un marcado papel en el desarrollo de las dos contiendas. La responsable de Cultura, Berta Fernández, ha destacado la idea de que las dos guerras no son hechos aislados y en el libro son tratados con cierta continuidad «muchas personas de las que combatieron en la Guerra Civil española después lo hicieron en la II Guerra Mundial.
Tal como explica Sergio Sánchez, se trata de una época difícil de resumir, por eso la principal novedad de esta tercera edición es que consta de dos volúmenes con un cuidado diseño realizado por Víctor Gomollón. Uno que sigue la línea de los dos anteriores, que invita a sumergirse en las páginas a través de una imagen a medio camino entre noticiero ilustrado y almanaque y un segundo volumen para recopilar una veintena de biografías de hombres y mujeres de los Pirineos cuyas vidas estuvieron marcadas de alguna forma por ambos conflictos. Entre ellos encontramos divisionarios, anarquistas, comunistas, espías y también “otros que aunque su participación en las guerras no fuese directa sí tuvieron un papel esencial, como el jefe de la estación de Canfranc o el cartero de Bujaruelo”, detalla el autor.
En total un centenar de reportajes de periodismo histórico componen los dos volúmenes del Almanaque de los Pirineos de este año: “Son reportajes en los que procuro documentarme exhaustivamente y siempre acabas publicando un 15 o un 20% de la información que manejas, eso siempre es frustrante pero a la vez es un proceso selectivo que es habitual en periodismo y que pienso que acaba dejando al lector con ganas de leer más de cada uno de los temas”.
El almanaque se organiza por meses donde en cada uno el autor trata de encajar las noticias que ocurrieron en los diferentes años, algo que, como él mismo explicaba, se complica cuando por ejemplo en mayo de 1938 se acaba la Bolsa de Bielsa y en el mismo mes de 1945 se cierra el Campo de Matahusen. De ahí que Sergio Sánchez recomendara hoy leer los dos volúmenes, ya que hay referencias cruzadas entre ambos.
el editor y autor ha confesado que habrá un cuarto volumen del Almanaque de los Pirineos que pretende sacar por estas fechas dentro de un año y que recogerá hechos históricos ocurridos de 1945 a 1955. “Quiero seguir a las personas del Pirineo que tuvieron que marcharse al exilio, como por ejemplo Joaquín Maurín Juliá, que va a Nueva York y edita desde allí a la flor y nata americana, y también española”, añade.
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