Esta semana han comenzado las labores que pondrán fin a las goteras en el polideportivo de Aínsa-Sobrarbe y que garantizarán la práctica deportiva con seguridad así como la adecuada protección de las instalaciones. La inversión corre a cargo de las arcas municipales y asciende a 12.253,67 euros. En concreto, la intervención consiste en la sustitución de traslúcidos del techo del pabellón y en el sellado del mismo.
Las obras eran de carácter urgente no solo por la incomodidad que suponen los desperfectos del tejado, sino porque podía acabar afectando a la pista interior, cuyo suelo fue renovado en el año 2019. El concejal de deportes, Miguel Bernad, se muestra satisfecho con el plan de actuaciones y espera que ahora “la práctica deportiva sea más agradable. La cubierta tenía más de 30 años y en los últimos estaba dando problemas”.
A esta importante inversión se añadirán otras durante el transcurso de la primavera. Están previstas, por ejemplo, la limpieza, el arreglo de grietas y la colocación de césped artificial en una de las pistas de tenis, actualmente de hormigón y con una antigüedad superior a los 20 años, por un valor de 15.000 euros. Se trata, tal y como destaca el concejal, de “mejorar la experiencia de juego de nuestros tenistas y de atraer a otros nuevos”.
Se suma a los objetivos inmediatos el rejuntado de la piscina y la reposición de baldosas con un coste de 3.363,80 euros. El gasto forma parte del mantenimiento anual imprescindible, aunque no han parado de ejecutarse mejoras en el recinto. “El año pasado realizamos obras de expansión en la caseta logrando separar la enfermería de lo que es el bar”, destaca Bernad.
Apuesta firme por el deporte local
Las instalaciones del pabellón deportivo se integran al que sin duda se ha configurado como el epicentro de la actividad deportiva y cultural del pueblo de Aínsa. Junto al reciente Centro Cultural, una biblioteca en constante evolución, el esperado Pump Track y el renovado parque Nabateros, el entorno se ha transformado en el punto de encuentro preferente de la localidad.
No es casualidad, por tanto, la apuesta por mejorar las instalaciones deportivas, una tendencia que se mantiene impertérrita desde el año 2017. Aquel verano y gracias a una subvención del 60% del coste proveniente de la Diputación Provincial de Huesca, el pabellón pasó de tener tres salas intercomunicadas a cinco espacios independientes, nuevos baños y un office.
El servicio municipal de deportes calcula que cada día pasan por el pabellón más de 200 personas repartidas en actividades como judo, baloncesto, fútbol sala, spinning, GAP, yoga, tabata, running-crossfit o pilates. Se suman a esas cifras los usuarios de la piscina durante el verano, unos 200 diarios, el campamento de verano Activa, que acoge a un centenar de menores por quincena o el campus de fútbol de julio del que se benefician alrededor de 75 niños.
El éxito de dicho servicio empuja al ayuntamiento a seguir emprendiendo acciones, siendo la adecuación del parking uno de los objetivos en mente. La renovación de los vestuarios y una acera que conecte el campo de fútbol y el pabellón se incluyen en las demandas más solicitadas por los deportistas ainsetanos.
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