Uno de los mitos ancestrales que todavía es posible rastrear en muchos lugares del mundo, y entre ellos la provincia de Huesca, es el de la Madre del trigo o de la espiga, o Abuela de las cosechas, figuras ancianas que personifican las fuerzas de la fecundidad de la naturaleza, presentes en todo aquello que ha de morir para dar nuevamente vida: las Dos Abuelas de Sevil, Adahuesca y otros lugares como Bascués, Casbas, Lasoasa o Gavín[1], personifican de este modo los poderes de la fertilidad del campo, a los que se añaden las influencias de las creencias funerarias, con las que se apropian de los atributos de los antepasados y de los espíritus de los muertos. Las Dos Abuelas habrán de morir para que los vivos hereden las tierras de los pueblos «amortados».
Cuenta la leyenda que hace ya varios siglos sólo lograron sobrevivir a la peste, que asoló estas y otras tierras en varias oleadas desde 1348 en adelante, dos abuelas a las que, tras denegárseles en varios lugares la protección que solicitaban, por ser portadoras del “bayo”[2], hallaron finalmente cobijo en una cueva cercana a un pueblo cuyos vecinos se encargaron de alimentarlas y atenderlas en aquellos últimos momentos de su vida. Resultó que las abuelas eran las herederas únicas de las tierras de las que procedían, las cuales dejaron en herencia a la comunidad que las había acogido, en premio por haberlas cuidado cuando más desvalidas se encontraban.
Noviembre nos recuerda que aquí estamos de paso y hemos de recibir y dejar en herencia cuanto poseemos. Cuidar y proteger a los ancianos, incluso –o, mejor, sobre todo– a los portadores de este maldito «bayo» que de nuevo en noviembre nos asola, como antaño la peste a nuestros ancestros, es la enseñanza que aún nos gritan las tierras amortecidas del otoño y, desde su cueva, nuestras dos abuelas.
[1] “En Gavín se repite la leyenda de las Dos Abuelas que en tiempos de la peste fueron acogidas por el pueblo y, como recompensa, les dejaron en herencia la pardina de As Biellas, a la que pertenecía la ermita de San Bartolomé” (Visto en https://www.lamagiadeviajar.com/pdf/MAGIA80Labrujeria.pdf).
[2] Según el Dizionario Breu de a Luenga Aragonesa, (edizion dichital 2014) de Santiago Bal Palazios: bayo, n.m.1.Siñal ulorosa que se dixa en pasar por un puesto: Os cans seguiban o bayo de a liapre.2.Por estensión, cualsiquier siñal que se dixa d’aber estato en un puesto:Lo trobemos ascape por o bayo que dixó.3.Astro, enfermedá que pasa d’un ser á un atro: Cuasi ni s’amanoron, no ise á estar que pillasen o bayo.
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