• Infórmese sobre el estado del tiempo.
• Escoja bien sus excursiones y elija la zona adecuada. No sobrevalore sus fuerzas y nunca salga solo sino con compañeros experimentados en esta actividad.
• Utilice mapas y libros y, si es necesario, a los guías profesionales de montaña, buenos conocedores del terreno.
• Avise a dónde va y cuándo piensa regresar a su familia, amigos, Guardia Civil o en el Ayuntamiento de la última localidad.
• Consulte las previsiones meteorológicas y de aludes. Especial atención a las tormentas en los barrancos.
• Piense que los cambios bruscos de tiempo son frecuentes en la montaña y lo fácil se vuelve difícil y peligroso. Aprenda a desistir y dar marcha atrás ante cualquier indicio de climatología adversa.
• Lleve siempre equipo suficiente y adecuado: saco de dormir, anorak y plumífero son elementos casi imprescindibles. Es conveniente incluir silbato, linterna y teléfono móvil.
• El conocimiento de la montaña y su técnica sólo se adquieren con una larga y prudente práctica. No tenga prisa ni llegue nunca a la extenuación.
• Lleve siempre comida ligera y aliméntese a menudo efectuando cortos descansos en lugares abrigados.
• En zonas fáciles también hay peligro: no olvide su seguridad. Cuando alcance la cima, recuerde que la excursión acaba en el valle; guarde fuerzas para el regreso.
• Cuide la montaña y respete todas las indicaciones que tengan que ver con el cuidado del medio ambiente y la limpieza en este ámbito.
Ante un accidente de montaña. Las indicaciones del Manual de Autoprotección aconsejan:
• No perder la calma y organizarse con frialdad. Establecer un orden de prioridades. Recoger cuanta información sea posible (localización del accidentado, su estado general, respiración, heridas visibles, consciencia…) y avisar al 112.
• Prevenir todo lo que pueda agravar el accidente balizando, rescatando, protegiendo al accidentado y protegiéndose a sí mismo.
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