Acción, reacción. Así ha planteado su estrategia de defensa el Grupo Social Lares, tras la publicación, esta misma semana, de dos reportajes que ofrecen una imagen del sector distorsionada y alejada de la realidad. El primero de ellos, que contó con la elevación de una queja formal por parte de Lares al Defensor del Lector de El País, ponía el foco en los centros residenciales y en las multas que, a su juicio, estos recibían por no cumplir los baremos.
Ayer, la campaña de desprestigio dio un paso más y situó en el centro del debate a los trabajadores y las, según ellos, malas condiciones de trabajo que soportan. Esta situación ha provocado que Lares, además de defender al sector y su buena praxis en los propios canales habilitados para ello, muestre su apoyo a todo el sector con la puesta en marcha de una campaña de comunicación.
Bajo el lema: “Yo, sí apoyo a las residencias” quieren trasladar a la sociedad que los centros de atención para personas mayores no solo cumplen con la legalidad y estándares de calidad vigentes, sino que, además, han logrado construir hogares para todas las personas que viven en ellos.
“Nuestros residentes son tratados con respeto, cariño, calidad y calidez. Al igual que hacemos con todos los familiares y amigos que vienen a visitarlos. Estamos orgullosos de los hogares que hemos sido capaces de crear; donde nuestras trabajadoras y trabajadores se vuelcan a diario, ofreciendo lo mejor de sí mismos, con absoluta profesionalidad”, comenta Juan Ignacio Vela, presidente de Lares que no entiende “el ataque que estamos sufriendo desde determinados medios de comunicación, en un momento donde tanto el sector de los cuidados y la Administración Pública caminan juntos hasta la consecución de uno de nuestros objetivos históricos: situar a la persona en el centro de los cuidados; donde realmente importe lo que siente y tenga canales para expresarse; donde tenga autonomía para poder decidir lo que le gusta y lo que no; donde la legislación sea flexible para aptarse a las necesidades de cada persona y no al revés”.
Un sector profesionalizado y en constante formación
La situación de pandemia sanitaria vivida a lo largo del 2020 provocó que la sociedad valorase, más si cabe, el trabajo que realizan las personas que cuidan de nuestros mayores en las residencias. Son muchos los casos donde su generosidad y profesionalidad se pusieron por delante de sus propias familias cuando decidieron, por ejemplo, permanecer aislados junto con los residentes para evitar que el Covid19 entrase en estos centros y pusiera en peligro la vida de muchos de ellos.
Durante los peores meses de la crisis, Lares reclamó, de forma constante, a las diferentes Administraciones muchas de las reivindicaciones de este colectivo. “Lástima que, en aquellas terribles semanas, no contásemos con el apoyo de los medios de comunicación, como parece ser que ahora sí”, se lamenta Vela. “Reclamamos EPIs, solicitamos pruebas PCR y denunciamos la mala praxis de la Administración que, ante el aluvión de bajas por Covid19 en sus hospitales, llamó a los profesionales que trabajaban en las residencias, ofreciendo salarios mucho más elevados de los que podían afrontar estos centros. Es decir, trataron de descapitalizar los recursos humanos con los que contábamos”, concluye el presidente de Lares.
Leave a Reply