La sala de exposiciones temporales Juan Bautista Topete de la Ciudadela de Jaca alberga hasta el próximo 8 de enero la exposición “El Legado del Viejo Mundo Pirenaico”, una selección de objetos, dibujos y fotografías del Museo Ángel Orensanz y Artes Populares de Serrablo que su directora, Begoña Subías, ha diseñado para que sirva de presentación de los más de 3.000 elementos que alberga el museo etnológico más importante de Aragón “y que los visitantes de la tengan la oportunidad de descubrir y conocer”.
Enmarcada dentro de la estrecha colaboración que mantienen los museos de La Jacetania y Alto Gállego, integrados bajo la marca Museos del Viejo Aragón, El Legado del Viejo Mundo Pirenaico se ha programado inmediatamente después del éxito obtenido por La paciencia de Rocinante, una selección de dibujos de la segunda parte del Quijote de Francisco Perellón, cedidos por el Museo de Dibujo Julio Gavín del Castillo de Larrés, que ha estado expuesta en la Ciudadela durante la primavera y el verano de 2016 y cuyo ciclo terminó el pasado 2 de octubre.
El acto de presentación sirvió para reunir a los alcaldes de Jaca y Sabiñánigo, Juan Manuel Ramón y Jesús Lasierra, y a los directores del consorcio del Castillo de San Pedro, el Museo de Miniaturas Militares de la Ciudadela de Jaca y el Museo Ángel Orensanz y Artes Populares de Serrablo, Joaquín Ruiz, Diego Fernández y Begoña Subías, respectivamente.
El coronel director del consorcio del Castillo de San Pedro-Ciudadela de Jaca, D. Joaquín Ruiz, ejerció de anfitrión y agradeció la presencia de los alcaldes y de Begoña Subías para después destacar la colaboración entre los Museos del Viejo Aragón, “una unión que cada vez tiene más fuerza” y el objetivo que se pretende con la exposición: “Que la Jacetania y los visitantes de la Ciudadela conozcan estos museos, únicos en su especie y quizá algo desconocidos”.
La directora del Museo Ángel Orensanz y Artes Populares de Serrablo, Dña. Begoña Subías, agradeció al consorcio del Castillo de San Pedro su propuesta y en especial a Diego Fernández, gestor cultural de la Ciudadela de Jaca, “su apoyo y colaboración”. “Es una gran oportunidad para dar a conocer nuestro museo y que nos descubran los visitantes de la Ciudadela de Jaca”, unas palabras que suscribió el alcalde de la capital del Alto Gállego, Jesús Lasierra, quien habló “de la oportunidad que supone trabajar el territorio como un todo. Se trata de sumar para que quienes nos visiten tengan una visión más amplia”.
El alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, que ejercía en su doble condición de primer edil y de miembro de la Junta de Promotores del Castillo de San Pedro (a la que también pertenecen el Ministerio de Defensa y la Diputación Provincial de Huesca) recalcó que Jaca y Sabiñánigo “trabajan juntos día a día, pero son escasos los actos públicos en los que esta colaboración se puede mostrar a la opinión pública”. Ramón se felicitó de que esta exposición suponga “un paso más” en la colaboración institucional –ambos ayuntamientos están representados en las entidades respectivas que gestionan ambos museos- y destacó la personalidad del Museo Ángel Orensanz y Artes Populares de Serrablo, “un referente y un pionero en la etnología. El que va por delante es difícilmente equiparable”, añadió. “La etnología tiene que ver con lo que somos y visitar el Museo de Serrablo debería ser obligatorio para todos. Aquí vamos a tener una invitación o un aperitivo”, concluyó.
Tras la presentación, los presentes giraron visita a la exposición, organizada en bloques temáticos: orígenes del museo, colección Ángel Orensanz y colección etnológica, recogida en su mayor parte por la Asociación Cultural “Amigos de Serrablo”, con ayuda de una cuidada selección de piezas y de imágenes del fotógrafo Javier Ara Cajal que, a modo de presentación, buscan que el visitante descubra este museo.
Conocido popularmente como Museo de Serrablo, el Ángel Orensanz y Artes Populares de Serrablo se encuentra situado en El Puente de Sabiñánigo, en un magnífico edificio del siglo XIX: Casa Batanero, destacado ejemplo de la arquitectura popular de la zona y continente ideal para mostrar las piezas en su ubicación original. Está considerado un museo de referencia en el campo de la etnología pirenaica.
Una Silla de Novia, un ejemplo de proceso textil con Rueca de rueda, Demoré y Devanadera y una selección de piezas pastoriles y de caballería, además de un ingenioso sistema tradicional de cerradura, son algunos de los elementos físicos –al margen de textos, dibujos y fotografías- más destacados.
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